jueves, 5 de diciembre de 2013


LA INTUICIÓN DE ADOLFO SUÁREZ

(En la víspera del 35 aniversario de la Constitución de 1978, conviene recordar los trabajos y el esfuerzo de un hombre cuya genial intuición política se encuentra ahora enquistada en algún lugar de su desmemoria. Por ello reproduzco aquí con algún retoque para actualizarlo el artículo que publiqué en La Verdad de Murcia el 18 de octubre de 2012)                                                                         

Aquel día otoñal de 1979 llovía a ráfagas sobre toda la Península, especialmente en Cataluña y en el País Vasco, pero también en un Madrid húmedo y gris cuya temperatura máxima no sobrepasó los 12 grados. En el palacio de La Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno, el equipo del presidente Adolfo Suárez trataba de mostrar la más completa normalidad ─“tranquilidad bajo presión”, la calificaba Eugenio Bregolat─ mientras los datos se iban colando por el teléfono y los teletipos.

martes, 3 de diciembre de 2013


EL ACOSO DE LA INFAME TURBA

     En 1971 la editorial Lumen publicó un libro de entrevistas, “Infame turba” se titulaba, a una serie de escritores comprendidos entre Leopoldo María Panero y Gabriel Ferrater, como Ana María Moix, Félix de Azúa, Pere (Pedro entonces) Gimferrer, Vázquez Montalbán, Luis Goytisolo, Claudio Rodríguez, Marsé, García Hortelano, Benet, Castellet, Carmen Martín Gaite, Ángel González, y así hasta veintiséis narradores, poetas o críticos con años de trabajo a sus espaldas, de lucha con el idioma en pos de la hermosura, en debate permanente con los demonios de la censura, los editores, los lectores o los finales de mes. Por entonces, todavía España era tiempo de silencio y los políticos bienpensantes de la época catalogaban de infames a tan excelente ramillete de genios del pensamiento y la palabra para empaquetarlos bajo el marbete de turba: “muchedumbre de gente confusa y desordenada”.