tag:blogger.com,1999:blog-59064461445813393462024-03-05T12:54:01.455+01:00La Esquina del TiempoEn ocasiones tenemos la percepción de estar perdidos en una esquina del tiempo. La mía se encuentra en ese pilar blanco de un jardín descuidado atravesado por el rayo de sol de la atardecida.
Unknownnoreply@blogger.comBlogger81125tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-87022127563793630382018-10-18T20:24:00.000+02:002018-10-18T20:24:16.103+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: center; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">LA
SARDINA FESTEJADA Y LA BALLENA CELOSA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center; text-indent: 27pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">(Del libro en preparación A la sombra del jacarandá)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Por
mucho que me esfuerzo no logro recordar un pez al que se le hagan más risas y
festejos que a la humilde sardina, incluso canciones tiene, siempre cantadas
tras la melancolía de “Maite”. No recuerdo cantares a la merluza, ni al besugo,
ni a la dorada o el mújol. A los merlines les cantó en prosa Ernest Hemingway,
y a las ballenas las persiguió Hermann Melville bajo la imagen del capitán
Ajab; del pulpo gigantesco contaba historias terroríficas Julio Verne, y del
tiburón se han escrito y filmado cuentos realmente espeluznantes. Pero coplas
como la de las sardinicas de Santurce a Bilbao, o entierros con la pompa con
que se celebran en toda España no creo que se le hagan a otro pez que no sea la
sardina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">De
entre los mares de cosas que no entendía de niño una era la alegría de los
antiguos carnavales ante una cuarentena tan larga de recogimiento, suspiros,
ayuno y abstinencia. Otra, que enterraran la sardina antes de la Cuaresma,
precisamente cuando más se iban a consumir, y me parecía mucho más lógica la
ceremonia de Murcia, cuando el entierro se produce entre el boato y la
algarabía de los huertanos en la semana posterior a la Semana Santa, en las
Fiestas de Primavera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Hasta
hace dos o tres décadas, aquellas fiestas –El Bando de la Huerta, La Batalla de
Flores, El Entierro de la Sardina—tenían el sabor de lo pueblerino, de fiesta
grande de domingo, con la llegada desde las pedanías y los pueblos de gentes
ataviadas con zaragüelles y refajos o con corbata, según fuera el festejo. Pero
pasados los años, en empopada a los tiempos de libertad, aparecieron las
"garotas" y con ellas, la internacionalización: el
Murcia-París-Londres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Para
quienes compartimos con el inmenso escritor bahiano Jorge Amado –cuya salud
Dios guarde- su idea plasmada en tantos libros de que el mestizaje brasileño
dio lugar a la raza más hermosa y alegre, la escogida por los dioses para su
divino esparcimiento, nos alborozamos con el anuncio de la llegada de las
"deusas do prazer", pese a hallarnos lejos del espectáculo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Restaba
ese encuentro para que el ciclo de la Conquista se cerrara definitivamente,
mucho antes de los fastos del V Centenario. Los "hijos de la raza mora,
vieja amiga del sol", de Manuel Machado, recibían en su mayor día de
alborozo a las hijas del amor, tostada espuma del embate del Atlántico contra
la playa americana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Pese a
la escandalera de los bien pensantes ante la menestra de bocadicos, achuchones
y palmeteos de los murcianos a las diosas, el encuentro no pudo ser más
espléndido por la verdad que lo presidió, y para mí que se convirtió en el
punto de inflexión hacia el laicismo total de la fiesta, hacia el significado
profundo del desfile: la victoria definitiva de Don Carnal sobre Doña Cuaresma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Aquel
primer encuentro entre la voraz lujuria de algunos espectadores y las largas
piernas morenas rematadas en glúteos rotundos de las diosas hizo que la fiesta
sardinera saliera de la Gran Vía murciana a las páginas de todos los periódicos
del mundo. Incluso uno de ellos, el “Egin” mostraba su singular sentido del
humor y dedicaba su última página a glosar festivamente el evento, eso sí con
una foto en la que una piara de cerdos salían alineados de un corral y el
diario explicaba en el pie: “los fogosos murcianos pasan un control…”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Pero,
pese a las críticas, nunca más dejaron de volver las muchachas de tez de carey
y dientes de nácar, cada vez más sonrientes y con menos ropa. Su presencia se
ha multiplicado con varias escuelas de samba, con los meneos cubanos de la
salsa y el “cadereo” sinuoso de las hijas de la Polinesia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">He
podido asistir de nuevo al Entierro –así se llama, por antonomasia—y he podido
constatar que la modernidad no ha quebrado mis recuerdos de infancia, cargados
de pólvora y del humo que expelía la nariz del dragón. Repletas de colores
aparecían las entrañas de aquellos monstruos que vomitaban juguetes, deliciosos
tesoros de madera y barro, primero; de plástico, después. Asistía, sin saberlo
entonces, al mayor espectáculo orgiástico de la primavera española.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Rememoraba
desde las carretas tiradas por bueyes hasta la primera carroza arrastrada por
un estruendoso tractor y chocaban en mi ánimo siempre las bélicas experiencias
del martes anterior --las sonrisas atemorizadas de las chicas, vestidas de
blancas gasas y organdíes, antes de su paseíllo por el "Coso Blanco"
donde se iba a librar La Batalla de Flores-- con la barroca alegría del día del
Entierro largamente preparado por los grupos sardineros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Nunca
una semana podía ser más diferente de una punta a otra. La invasión del Bando
de la Huerta daba paso al elitismo de La Batalla de Flores, de obligada corbata
que contrastaba con los sacos de "floreta" –duro hierbajo de
florecillas blancas-- que se alineaban en los palcos, y el afán de los más
jóvenes en la elaboración de proyectiles verdes atados con serpentina que
dejaban malparadas a las adolescentes murcianas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">No
puedo olvidar la metamorfosis de la ancha sonrisa de la actriz Carmen Sevilla,
en el apogeo de su belleza, encaramada a lo más alto de la carroza principal en
su primera vuelta al ruedo bajo un arco de serpentinas y claveles, y el hielo
que fue congelando su rostro ante los primeros impactos de la
"floreta" que la terminaron desalojando del espectáculo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Pero en
el Entierro no había corbatas ni beligerancia, sino entrega, fiesta profana.
Parecía que los murcianos, tras cuarenta días de ayuno y abstinencia dedicados
a un solo dios, decidían agasajar también a los dioses antiguos – Baco, Marte,
Eros, Apolo, Selene, Ceres, Saturno, Odín--, no fuera que se enojaran.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Recuerdo
que las fanfarrias y los desfiles entre las carrozas nos permitían a los niños
recuperarnos del agradecimiento de quien nos alcanzó los juguetes o de la
desazón de la bolsa vacía. Y el temor que producía la decoración de algunas
carrozas se neutralizaba con la llegada de nuevos magos riquísimos que lanzaban
tesoros sin cuento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Con los años, la imaginación
desplegó sus alas y los magines se estrujaron para ofrecer novedades, como -¡válgame
Venus!- la llegada este año de la Sardina en barco por el río Segura, desde
Ojós hasta la capital, para dar cuenta a los geógrafos de la aparición de un
nuevo río navegable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Y tras el alboroto por la
llegada de la sardina el viernes, el alboroque y los festejos previos a su
quema del sábado. La quema de la enorme Sardina permite dibujar un imaginario
triángulo de fuego con sus vértices en las Fallas valencianas, la sardina
murciana y las Hogueras de San Juan alicantinas. A quien quiera entender el
Mediterráneo y su cultura puede bastarle este recorrido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">Andaba
yo apoyado en ese balcón sobre el bravo Pacífico –gris más azul-- que es Chile,
cerca de las tumbas de Pablo Neruda y Matilde, y les contaba estas historias a
las ballenas que viajaban hacia las frías aguas de la Antártida. Les hablaba de
la humilde sardina y de los cantos y festejos que la acompañan, y me gustaba
pensar ante sus furiosos chorros que encelaba tanto a las ballenas con mis
cuentos que se conjuraban para doblar el cabo de Hornos, nadar sin tregua por el
Atlántico y llegarse a las playas de Águilas o Mazarrón para dejarse morir de
tristeza si no las festejaban. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-font-kerning: .5pt;">16 de mayo 1998<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -.1pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-font-kerning: .5pt;"><br clear="all" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" /></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-6044686024020668682018-10-04T19:39:00.000+02:002018-10-04T19:39:47.371+02:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">HORARIO BIOLÓGICO<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">(Del libro en preparación Donde se
cruzan los caminos)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Cada seis meses los
perros de Madrid y de casi toda la Unión Europea se llevan unos sustos de
muerte con el cambio horario decretado por Bruselas hace unos años, aunque en
Europa se lleva aplicando desde el primer disgusto del petróleo en 1974. Es que
no se acostumbran y en el Retiro no hablan de otra cosa. Aseguran sus detractores
que el cambio de hora, ya adelantando el reloj, ya atrasándolo, incide
brutalmente en el reloj biológico de los animales y también de los humanos
hasta el punto de que los trastornos que les ocasionan traducidos a remedios
médicos vienen a equilibrar el presunto ahorro energético que se persigue. Y
que además con tanto trasteo del cronómetro fisiológico se termina
enloqueciendo el proyecto vital programado para los humanos, es decir, que si
se tiene una expectativa de vida de 80 años, un suponer, el traqueteo horario
de los gobiernos, los vuelos intercontinentales, con su “jet lag” por ir contra
el tiempo o a su favor, más los disgustos propios del vivir, terminan
desorientando el delicado mecanismo de relojería que salvo accidente o
imprevisto tiene cuerda determinada. Eso dicen los detractores, que prefieren
regirse por lo natural y huyen de los inventos como de la peste.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Los defensores del
sistema, además de hablar del apreciable ahorro energético para los países
–porque en el ámbito particular, las facturas de la luz y el gas cuestan lo de
siempre, es decir, mucho- aseguran que la existencia del cambio horario como la
de los vuelos trasatlánticos distrae poco o nada a nuestra biología,
continuamente adaptada a los cambios: del palo a la piedra, del hacha a la
lanza, del arco a la ballesta, del arcabuz al misil inteligente. Y además
consideran que los trasnoches juveniles de fin de semana son infinitamente más
perjudiciales para su ritmo circadiano y su sistema nervioso que la sensación
de no poderse despegar de la cama cuando suena el despertador hasta que sus
manecillas obliguen a las nuestras a marchar acompasadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Con ser serio el debate,
otros acontecimientos se han adelantado a la directiva europea horaria, como la
“conmoción y el pavor” de la guerra y los desastres políticos que están
desfigurando algunos “cuadros de situación” que se consideraban inalterables
hace unos meses, si bien la preocupación no viene tanto por el desarreglo del
reloj planetario, sino por el nombre del relojero.<o:p></o:p></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-59343872146798569512018-09-24T11:12:00.000+02:002018-09-24T11:12:28.213+02:00<br />
<div align="center" class="gmail-p2" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;">
<span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">HACE UN AÑO…<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="gmail-p2" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="gmail-p2" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-s1"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">(José Gil
Franquesa, periodista de larga data y autor del mejor periodismo, vive su gozosa jubilación en la Costa Brava y nos tiene acostumbrados a un grupo de amigos a
sus excelentes cartas desde el mar. Esta es la última) <o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="gmail-p2" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="gmail-p2" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">Yo los vi. Yo los vi de noche cerrada,
descendiendo de los autobuses que regresaban de Barcelona. Volvían de la
manifestación del 11 de septiembre. Yo los vi cómo se despedían en la noche,
los mismos rostros de fatiga, ni una alegría en sus ojos, el ceño fruncido, el
ademán cansado, las mismas camisetas que cuando partieron, las mismas banderas,
las mismas pancartas, era como un cuadro desvencijado y caduco, palabras de
adiós de agotada cortesía, muestras de abandono en el caminar hacia sus
respectivas casas, deshaciéndose los grupos a medida que entraban en la ciudad,
cada mochuelo a su olivo, la noche se los iba tragando y ennegrecía sus pasos
sobre la brillante humedad de las aceras. Era como si volvieran de una derrota.
Puede que se sintieran así, derrotados, tras la catarsis vivida durante aquella
jornada –una vez más, una vez más– luego de seguir, con rigor y obediencia, las
consignas y reglas que los convocantes habían ido preparando desde hacía meses.
Una vez más, luciendo el sol de su reiterada democracia pacífica, arropados de
niños y ancianos, se habían manifestado ordenadamente, como buenos discípulos
de una secta. Desde 2012, año en que la Assemblea los convocó para que gritaran
independencia, no ha habido Diada que no respondiera a un llamamiento concreto,
siempre secesionista, para hacer ver a los gobernantes de la Generalitat que la
calle les imponía un mandato democrático al que deberían fidelidad de por vida.
Ya nunca más se rememoraba el 11 de septiembre como el triunfo de los borbones
sobre los austrias; ya nunca más se conmemoraba, como gustaban los más
radicales, la resistencia de un pueblo ante el invasor. Los independentistas, a
rebato y a rebufo de la ANC, tomaron la Diada y la convirtieron en algo suyo,
excluyente por demás. Pero verlos regresar, de noche y cansados, verlos volver
a sus casas del pueblo con el gesto vacío y la mirada perdida, uno no podía por
menos que pensar en un ejército derrotado, vencido, humillado casi. Necesitaban
dormir el sueño. Porque a la mañana siguiente, distintos frentes de la
combatividad independentista debían volver a las andadas de la confrontación.</span></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="gmail-p2" style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-apple-tab-span"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span class="gmail-apple-tab-span"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfgEVK4_gCcrN3S-Eu8GOMI5ANcKI7X-ePYhcFtNLFrK5QfXc_UDr7TfFx3m_kdO8qm2wP7G-ovdjeSOhzwRyR9m8i1Mb1v7DFK_lENs1mtZhJW80EuZ_-7e9m9Sq5gu5Cw5GAxJYtCg/s1600/777616-406-304+%2528003%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="304" data-original-width="406" height="149" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfgEVK4_gCcrN3S-Eu8GOMI5ANcKI7X-ePYhcFtNLFrK5QfXc_UDr7TfFx3m_kdO8qm2wP7G-ovdjeSOhzwRyR9m8i1Mb1v7DFK_lENs1mtZhJW80EuZ_-7e9m9Sq5gu5Cw5GAxJYtCg/s200/777616-406-304+%2528003%2529.jpg" width="200" /></a></span></span></span></div>
<span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">Y no han parado. Cualquier excusa, momento,
circunstancia, todo es poco para airearla, para armarla, para montarla, liarla
parda. La Rambla de mi pueblo, que toda la vida se ha llamado Rambla de Antoni
Vidal –aunque el vecindario la llamara “la calle de los árboles”– ha amanecido
con un nuevo rótulo por encima del oficial. Un rótulo que reza: “Rambla d l’u
d’octubre de 2017”. Dicen que el cambio es debido a que el tal Antonio Vidal
era un negrero. ¿Y quién no en la Cataluña del XVIII? La cuestión es mantener
vivo el 1 de octubre de 2017, el día de la patochada del referéndum. En los
escaparates de las librerías proliferan toda clase de libros que narran
aquellos hechos desde la perspectiva independentista. La cubierta de casi todos
ellos es amarilla. Destaca uno. Es un libro de narraciones infantiles titulado <i>Contes
per ser lliures (Cuentos para ser libres)</i>. Son once historias, escritas por
notorios independentistas, destinadas a aleccionar a los niños en materia de
democracia y libertad a la catalana manera. Para no aburriros os pondré de
muestra dos párrafos de otros tantos autores. Uno, del cantante Lluis Llach: “Cuando
no había democracia los juglares que cantaban cosas contrarias al rey de turno
eran enviados a la hoguera; hoy son los nuevos reyes de la mentira democrática
los que quieren encarcelar payasos, raperos, alcaldes, diputados... y
contadores de cuentos”. Y otro de la cocinera Ada Parellada, que habla de un
país donde se había prohibido el color amarillo porque al emperador le había
caído una cagadita amarilla en la cabeza y el régimen “ordenó a la
policía que tirara, destruyera o encarcelara todo lo que era amarillo”.
Incluso unas frutas amarillas, que habían llegado de los trópicos, fueron
privadas de libertad. Hasta que las rescataron y las exportaron al extranjero
donde fueron vistas como “las mejores frutas amarillas del Universo”. Ante toda
esa locura enfermiza me temo que los psiquiatras han sido los primeros en
largarse de este culo del mundo. En cualquier caso, los médicos hace tiempo que
están advirtiendo sobre el declive de la sanidad catalana. Y no son pocos los
que abandonan Cataluña dado que aquí persisten los recortes y los salarios son
mejores en otras comunidades. Detalle: Cataluña dedica a sanidad un 25,7% menos
que antes de la crisis económica. La enseñanza se sigue dando en barracones y
cada vez con menor presupuesto. Sin embargo aumenta cada vez más el gasto en
propaganda internacional del proyecto secesionista. Al igual que el gasto de
TV3 es el mayor de todas las televisiones autonómicas. Informa Xavier
Vidal-Folch: “La plantilla de la corporación CCMA, que agrupa a TV-3 y
Catalunya Ràdio, creció un 33% de 2012 a 2015, hasta 159,6 millones. Más que el
coste conjunto de personal en los entes de Telecinco (Mediaset) y Antena 3/La
Sexta (Atresmedia), 128,3 millones. En 2017 TV-3, la más rica de las
televisiones autonómicas, dispuso de 236 millones, más del doble que la
televisión gallega (104,7) y casi que la vasca (134,2). No hay estudios
parlamentarios de qué parte fue a tareas profesionales y cuál a propaganda”. Y
seguimos: la producción legislativa es declinante; la sociedad catalana está
cada vez más dividida; decae el atractivo exterior; las empresas se siguen
largando de aquí y la inversión exterior está por los suelos.</span></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="gmail-p2" style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-apple-tab-span"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span><span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">Mientras tanto, Torra sale de la Generalitat
para saludar y animar a los 30 desocupados que han montado sus tiendas de
campaña en la plaza de Sant Jaume, sin que ningún guardia urbano haga con ellos
lo que haría con cualquiera de nosotros si montáramos una tienda de esas, es un
decir, en plena rambla de las Flores. Se la coge con papel de fumar el
palanganero de Puigdemont y hace una declaración institucional contra los
jueces que habían expresado sus opiniones sobre el independentismo (que podían
haberse callado) vía mail de la Justicia y eso le sirve para pedir dimisiones
en cadena, y llamar a los poderes europeos a que se sumen a la causa
independentista haciendo ver al mundo que en España no hay garantías procesales
para nadie. Su jefe, el pastelero orate, les dice a esos mismos jueces que
entienden las causas contra los golpistas (ahora la consigna es ir de emisora en
emisora, de periódico en periódico para decir que de golpe de Estado nada de
nada) que él no es un fugado, que es exiliado y los jueces le han contestado
que nastis de plastis, que fugado, huído, bien fugado y bien huído.</span></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="gmail-p2" style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-apple-tab-span"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span class="gmail-apple-tab-span"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWX4JMnhdfTgRNXlkbnYT7sK0XHWz9ofKLAWLLdUuhXqq0EnG9XByVFnyLy8p0sIbIF6wEd5xn9MsF7WaxeHQbXH18ZVeWVmVscseoQ90KKujS_P5M8icrBMELj1OoPGP3qyGXTqAu6w/s1600/20180918_115440+%2528003%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWX4JMnhdfTgRNXlkbnYT7sK0XHWz9ofKLAWLLdUuhXqq0EnG9XByVFnyLy8p0sIbIF6wEd5xn9MsF7WaxeHQbXH18ZVeWVmVscseoQ90KKujS_P5M8icrBMELj1OoPGP3qyGXTqAu6w/s200/20180918_115440+%2528003%2529.jpg" width="200" /></a></span></span></span></div>
<span class="gmail-apple-tab-span"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span><span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">Los presos también vocean lo que haga falta. La
compañera de Forn (así la llaman en TV3) va por las cadenas amigas a proclamar
el diario que su compañero ha escrito en la cárcel, que tal parece que el que
fuera jefe de los Mossos ahora va de a ver si no nos enfadamos y procuramos ser
buenos que las cosas se arreglan hablando. Romeva arremete contra la Justicia,
proclama a los cuatro vientos que su proceso será una farsa e insta al pueblo
de Cataluña a salir a la calle y defenderse de la agresión española. Junqueras
hace listas para las municipales, defenestra a Bosch para la alcaldía de
Barcelona y coloca al carcamal de Maragall, a ver si frena a Valls, que están
que pierden la cabeza desde que el francés nacido en Cataluña asoma por la
ventana electoral.</span></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="gmail-p2" style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-apple-tab-span"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span><span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">En mi pueblo los lazis han vuelto a llenar –más
que antes y más arriba– calles, árboles, farolas y carreteras de plástico
amarillo. Y los Comités de Defensa de la República locales han empapelado muros
y farolas con los caretos de los Jordis, en un pasquín que más parece el
anuncio de un dúo musical que no el de dos radicales activistas encarcelados. Y
también han empapelado algunos muros con grandes carteles para conmemorar el 1
de octubre. La cuestión es ir dando la tabarra en cada fecha aniversario. El
pasado 20, tanto Torra como Torrent se pusieron al frente de los manifestantes
que rememoraban el asedio al edifico de Hacienda cuando los registros casi
frustrados de la policía judicial hace ahora un año.</span></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="gmail-p2" style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-apple-tab-span"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span><span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">Para colmo de cinismo, el fugado Puigdemont
dice ahora que eso de la independencia no será posible antes de veinte o
treinta años. Y Borrel, ministro de Asuntos Exteriores de España afirma que se
necesitarán por lo menos veinte años para que Cataluña vuelva a la normalidad.
Fácil lo del tango, que veinte años no es nada…</span></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="gmail-p2" style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-apple-tab-span"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span><span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">Nada va hacia adelante. Todo va hacia atrás. En
Sant Feliu, pasado ya el verano, muchas tiendas han tenido que cerrar. La gente
no compra, los alquileres comerciales son cada vez más altos, la situación
social es cada vez más sensible a todo este maldito embrollo en que nos han
metido los políticos independentistas y corruptos y nada va bien, nada funciona
correctamente.</span></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="gmail-p2" style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-apple-tab-span"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span><span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">Nos espera un largo, crudo y amargo invierno.
El otoño ya lo doy por perdido.</span></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="gmail-p1" style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; min-height: 14px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="gmail-p2" style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">Un abrazo de vuestro amigo desde el mar,</span></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="gmail-p2" style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span class="gmail-s1"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;">Pepe</span></span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-76014011421290929202018-09-23T11:50:00.000+02:002018-09-23T11:50:38.054+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: center; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">LA MÚSICA DEL DESIERTO<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: center; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">(Del libro en preparación A la sombra del
jacarandá)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En aquella noche de verano casi americana de luna
repleta y blanca, sin otra nube que la esponjosidad de la Vía Láctea entre un
derroche de estrellas, sólo faltaban los grillos, pero no escuché grillos en el
desierto. Quizás porque pese a los 20 grados sobre cero hacía un frío tan
helador que solamente el abrigo de la jaima lograba combatirlo. Un frío como de
madrugada en Castilla en pleno invierno. El día había sido sofocante. Por mucho
que se hubiera leído a Salgari, el Sáhara te recibía a puñetazos. De los 60
grados del día, secos como pata de conejo, que ni siquiera te dejaban restos de
sudoración por lo rápido que se evaporaba cualquier líquido que se atreviera a
asomarse al exterior, se pasaba a 20 grados; cuarenta de diferencia, un frío
aterrador. Pero había que huir de la tibieza de la jaima, si se quería escuchar
la música del desierto que ni los grillos perturbaban. Se podía esperar
sentado, el cigarrillo en los labios para no sacar la mano de la cobija, los
ojos achinados y todos los sentidos concentrados sólo en las orejas, alargadas
como trompetillas de sordo de tebeo, aguardando la música del desierto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Por la mañana, en las cercanías del cementerio de
Lemsid, habíamos encontrado geodas, unas burbujas prehistóricas de basalto
volcánico, cuyo cuarzo cristalizado --o su amatista, si había suerte—recibía la
luz del sol por primera vez en millones de siglos cuando lográbamos abrirlas
contra el suelo. También abundaban las rosas del desierto y paleolíticas puntas
de lanza o cabezas de hacha de piedra tallada. A las cinco de la tarde
terminaron de cocerse en la tierra el camello con el que nos habíamos
fotografiado y la cabra negra que nos serviría de aperitivo. Durante la comida
en torno a las grandes bandejas de estaño, uno de los notables refirió sus impresiones
de niño sobre la música del desierto. Sus pares escuchaban y sonreían bajo el
embozo de tela celeste que azuleaba sus mejillas. La narración era tan serena y
descriptiva, acompañada de abundantes sorbos de té, que no tuve ninguna duda de
que esa noche me quedaría al concierto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Y allí estaba yo, entumecido bajo la manta y al
raso, hasta que: click, sonó la primera; clock, respondió la segunda; paf, se
desgranó una tercera; tueinggg, estalló la cuarta. La función había empezado.
Como borbotones en un puchero saltaba la arena. Bajo la luna gigantesca se
reventaban las piedras: plofff, clack, bronmm. Música concreta, ni un sólo
sonido repetido, ni una nota del pentagrama identificable, todo el desierto
saludaba a la luna y se regocijaba en su eternidad: tippp, choff, crack. Según
la textura y la masa de la piedra las grietas emitían al estallar sonidos
primigenios, desnudos, en una orgía mayor cuanto más caluroso el día y más fría
la noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Trok, chip, tas, tongg. El concierto --tan vívido
en la memoria que lo podría escribir—inundó de nuevo mis recuerdos cuando leí
la sentencia de un tribunal de Granada para el que aquellos hombres azules,
habitantes de la provincia española del Sáhara y abandonados a su suerte un 14
de diciembre de hace 23 años, eran españoles y siguen siendo españoles. No sé
si en otoño cantará el desierto, pero mi pobre agnosticismo salió huyendo ante
tal invasión de imágenes y sonidos levemente sensibleros, escandalizado al
oírme rezar, aunque muy quedo: “Alá es grande, el Dios del desierto”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; tab-stops: 189.0pt; text-align: justify; text-indent: 27.0pt;">
<span lang="EN-GB" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-GB;">ABC 25 de noviembre
1998<o:p></o:p></span></div>
<span lang="EN-GB" style="font-family: "Georgia",serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-GB; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><br clear="all" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" /></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-24439287133648226722018-09-19T20:08:00.000+02:002018-09-21T17:40:15.055+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">ELOGIO Y NOSTALGIA DEL
SOMBRERO<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">(Del libro en preparación A
la sombra del jacarandá)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Mi padre llevó sombrero hasta su
muerte. Recuerdo sobre todo sus sombreros de invierno --de fieltro gris,
tostado o verde, de ala estrecha y caída algo achulada-- más que los
veraniegos, de los que no ha quedado ningún vestigio. Tampoco del “salacot”, reminiscencia
de sus viajes por Tierra Santa y Egipto, allá por los años veinte, ni de la
chistera corta que solía acompañar con una bufanda de seda blanca y un bastón
con espadín rematado en una cabeza de perro de marfil. Con mi padre se fueron
los sombreros y en buena hora, pensaba yo, porque estaba persuadido de que la
calorina del tocado y la gomina habían aclarado más de la cuenta su cabello
blanco, y me alegró aunque el ceremonial del saludo con sombrero era una fiesta
visual: dos dedos tocando el ala, tres para asirla sin destocarse, los mismos
para llevarlos a la copa y hacer como que se despojaban del flexible sin
quitárselo, según los casos.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">En mi modesta colección de sombreros
predominan sin embargo los veraniegos. Tras la copia del “dick tracy” que compré
en Orlando, vinieron, el de “huaso” chileno, muy parecido al jerezano, pero de
paja; el de gaucho de la Pampa, el de recolector de café colombiano, el
refrescante de “indiana jones”, el de hoja de palma de Johnny Key, los
brasileños imitando en paja un salacot, los achatados vietnamitas o el de
cazador sudáfricano, éste ni de paja ni de fieltro, sino de piel. Con ellos se
agolpan los modelos españoles, en paja entrelazada, como el “pavero”, de ala
ancha y copa en cucurucho, que usaban, dicen, para pastorear los pavos. Pero
sobre todos ellos destaca el “panamá” que me hice llegar de Ecuador, de donde
es sabido que proceden estos sombreros flexibles que caben en el bolsillo sin
necesidad de buscar un perchero donde colgarlos. Una vez engomado y encintado
para recoger el sudor de la frente, el
“panamá” deja de ser flexible y se convierte en una escultura de Eduardo
Úrculo. Mi afición por este pintor procede de dos de las etapas de su
producción, abstracción hecha de sus pinturas negras y su realismo mágico de
los setenta, al estilo de Carlos Franco, Alcolea, Alfredo Pardo o Feli Marcos.
De la primera me atrajeron sus desnudos de mujer, de volúmenes voraces y
fragancias de galán de noche, pese a que en muchas de sus obras el almohadón,
el edredón o las sábanas arrugadas solo dejan al aire unas piernas sublimes
entre la tensión del deseo y la ingravidez de la consumación, en permanente
búsqueda de las misteriosas reglas que llevaron a Velázquez a pintar su “Venus
del espejo”. De la segunda etapa admiré sus sombreros, casi siempre “panamás”,
sobre cabezas vueltas de espaldas, en maletas, mesas o butacones, en playas
--con el inevitable recuerdo del patético profesor de “Muerte en Venecia”
extasiado ante la belleza del joven Tazio bajo los toldos--, y cuando entendió
llegada la hora de la fusión, los volvió a colocar sobre la cabeza de un
cincuentón arrobado ante las procaces piernas que había pintado años antes,
dispuesto a oler sus humores y besar sus junturas, permanentemente ocultas,
¡ay!, por el “panamá”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">ABC 8 de agosto 1999<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt;"><br clear="all" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" /></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-71283998074743887042018-09-16T11:31:00.000+02:002018-09-21T17:39:46.807+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">LA CRUZ DEL SUR<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">(Del libro en preparación A
este lado del tiempo)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Aquella tarde de mayo, Matilde Urrutia
me confesó que el mayor regalo que le había hecho Pablo Neruda no era “Los
versos del Capitán”, ni las docenas de libros dedicados a ella desde entonces,
sino la Cruz del Sur, la constelación austral a la que todo viajero debe mirar
para orientarse en la noche: “Cuando yo no esté, mira la Cruz del Sur, porque
en ese momento la estaré mirando yo”, dijo que le había dicho Pablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Cuando vi a Matilde en el vestíbulo del
hotel, con su boca ancha, oceánica, “tu boca de guitarra” había escrito Pablo,
entendí de golpe “Los versos del Capitán” y los “Cien sonetos de amor”. A sus
61 años, Matilde era una mujer hermosa de risa espontánea que fácilmente se
transformaba en rictus cuando recordaba la muerte de Pablo en Isla Negra, una
de las tres casas mágicas que la pareja tenía en Chile, con La Sebastiana de
Valparaíso y La Chascona de Santiago, al pie del cerro San Cristóbal.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-size: 14.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Neruda había vuelto desde París, donde
ejercía como embajador de Chile, con un tumor diagnosticado, aunque los médicos
no le auguraban una muerte inminente. Ese día 23 de septiembre de hace 25 años,
Pablo y Matilde iban a volar a México en un avión que les había enviado el
presidente Echevarría; pero ya era demasiado tarde. El golpe militar contra
Allende y la muerte del presidente supusieron una certera estocada en el
sensible corazón del poeta. Allí, en Isla Negra (ni isla ni negra, sino plomo
del Pacífico y verde y castaño de los pinares costeros), Pablo se enteró del
saqueo de sus casas de Valparaíso y Santiago, repletas de colecciones y libros.
Los “milicos” también llegaron a la casa de la costa, pero la presencia del
poeta y su esposa les impuso respeto y el allanamiento quedó en símbolo.
Todavía, tres días después del golpe de Pinochet, Neruda escribió las cuatro
últimas páginas de sus memorias “Confieso que he vivido”. “Mi pueblo ha sido el
más traicionado de este tiempo”, escribe a vuela pluma, y concluye con un
recuerdo para la figura del presidente Allende “acribillada y despedazada por
las balas de las ametralladoras de los soldados de Chile, que otra vez habían
traicionado a Chile”. De a poco, se fue sumiendo en la tristeza del horror. El
comunista Pablo veía a su país bajo la bota implacable de la dictadura; el
poeta Neruda se quedó sin palabras de amor ni amistad. Doce días desde el
salvaje bombardeo del Palacio de la Moneda bastaron para que el Premio Nobel de
Literatura cerrara sus ojos al Pacífico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Matilde y sus amigos decidieron
trasladar el cuerpo del poeta a La Chascona. Anaqueles vacíos, paredes pintadas
por los huecos de los cuadros robados, habitaciones sin muebles, ventanas
rotas. Durante el velatorio, iluminado por cirios en un paisaje fantasmal, la
llegada de los amigos era advertida por el crujir de los cristales esparcidos
por el suelo. El coraje de socialistas y comunistas en la clandestinidad se
demostró aquella noche de suicidio colectivo en la que la represión pareció
dormir por unas horas. En su “Canto General” y desde el poema “Disposiciones”,
Neruda había reclamado a sus amigos: “Enterradme en Isla Negra, compañeros”,
pero no fue posible. El féretro fue conducido al cementerio general, donde se
encontraban los muertos de la primera hora del golpe, a pocos nichos de
distancia de Víctor Jara. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Varias veces he viajado a la casa del
poeta, convertida ahora en museo. Sería largo hablar de lo abigarrado de su
mobiliario, sus colecciones de “mascaronas” de proa, bichos, barcos, caracolas,
botellas vacías, su caballo de tres colas, su santuario de niño grande; pero mi
lugar preferido es el jardín, frente a la espuma del Pacífico –“es blanca como
la harina la espuma derramada”--, donde Matilde y Pablo reposan para siempre en
sus tumbas bajo la Cruz del Sur y soñando todavía con los narvales, los
unicornios marinos que tanto buscó el poeta por todo el mundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">La Verdad 26 de septiembre 1998 <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 14.0pt; letter-spacing: -0.1pt;"><br clear="all" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" /></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-18285576263945645062018-09-11T11:11:00.000+02:002018-09-21T17:39:24.200+02:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">NI UN SEGUNDO<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: center; text-autospace: none; text-indent: 35.45pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">(Del libro en preparación El sol en la espalda)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 35.45pt; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; mso-layout-grid-align: none; punctuation-wrap: simple; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 35.45pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Ni un segundo me detendré a
pensar en el hombre de la ventana del piso 97 de la Torre Norte, contemplando
la dorada mañana neoyorkina, sin la más leve bruma sobre el Hudson, quizás con
un vaso de papel mediado de agua fresca. Ni un segundo para imaginar su rostro
plácido a la espera de la tensión de la jornada. En lo alto de esa torre
millones de turistas hemos sentido, junto a la altura, el vértigo de la
civilización, la estúpida complacencia del progreso, la cristalización del lema
olímpico –“Citius, Altius, Fortius”- ideado por el dominico Henri Didon en
1891. Allá arriba se han usado millones de videocámaras y cámaras fotográficas,
tratando de sortear las irisaciones del cristal irrompible. Pero ese hombre
tras el cristal de la Torre Norte mira sin emoción el horizonte: se ha
acostumbrado al paisaje como los guacamayos a la selva o los celadores a
caminar entre las maravillas del museo, sin advertirlas siquiera. Sólo piensa
que el aullido del teléfono lo está sacando de la complacencia. Ese hombre
despacha de un trago el vaso de agua, lo estruja y el brazo se le queda
arqueado en el instante en que una inmensa máquina voladora enseña su morro
ante el cristal.</span><br />
<a name='more'></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Ni una décima de segundo me detendré a reflexionar en la
última décima de segundo de la vida de ese hombre. Desde <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Aeropuerto 75</i> me propuse evitar filmes y telefilmes de catástrofe
por mi imposibilidad de enajenarme de la historia y mi proclividad a sufrir con
los protagonistas. Creía haber salido victorioso de mi empeño hasta el martes
11 de septiembre en que no pude despegarme del televisor ante la sucesión
pautada, precisa, maléfica, de unas secuencias sin piedad; la presentación ante
la sociedad occidental de los efectos especiales de un filme sin rostros
protagonistas. Y entonces, en la repetición salmódica de las imágenes, vi al
hombre de la ventana y su brazo arqueado para encestar ya congelado ante el
morro del avión, y me prohibí pensar ni un segundo en él, no fuera a malgastar
el pavor que nos aguarda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">ABC 19 septiembre 2001<o:p></o:p></span></div>
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-9840080692088696472018-09-10T13:04:00.000+02:002018-09-21T17:39:02.014+02:00<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>DERROTAS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="mso-tab-count: 7;"> (Del libro en preparación La cópula de la libélula) </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">La semana del Once de Septiembre (en mayúsculas por haber pasado
la fecha a la categoría de icono) nos la hemos pasado conmemorando la derrota
de un estilo de civilización a manos del fanatismo. Se ha dicho que este estilo
de periodismo conmemorativo, como el declarativo al que tan dados somos en los
medios de comunicación, no refleja sino el declive de la profesión. Puede ser
cierto, pero esa sería otra historia. El caso es que la fecha –esos dos palitos
del número uno, tan parecidos a las torres masacradas- ha engrosado una iconografía
de derrotas coincidentes, unas más locales que otras,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que hasta el año 2001 se escribían con
mayúscula también en sus respectivos lugares.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Para los catalanes, el 11-S<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>es la conmemoración de la lapidación del<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>autogobierno catalán a manos de las huestes hispanofrancesas en el
lejano año de 1714.</span><br />
<a name='more'></a><span lang="ES-TRAD"> El primer rey Borbón, Felipe V, decidió el asedio de
Barcelona, cuyos 5.000 soldados se rindieron finalmente al acoso de una milicia
binacional de 40.000 hombres al mando del inglés duque de Berwick. Aquella derrota
y la posterior proclamación del Decreto de Nueva Planta por el que se borraba
cualquier vestigio de identidad catalana ha sido punto de encuentro de los catalanes,
desde el resquemor, el sigilo y la clandestinidad, primero, hasta la explosión
de júbilo sin precedentes del año 1977. Aquella Diada histórica de hace 25 años
nos pilló a un grupo de periodistas, entre ellos dos catalanes, en una Alemania
aterrada por la banda Baader-Meinhof o Fracción del Ejército Rojo que acababa
de asesinar al jefe de la Patronal alemana Hans Martin Schleyer. Pese al
reciente atentado terrorista, la concentración millonaria catalana llegó a las
primeras páginas de los diarios alemanes en su aspecto menos festivo, como fue
la represión inmisericorde que prosiguió al festejo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">Un Once de Septiembre más universal, opacado ahora por el terror
de las Torres Gemelas, fue la derrota de la democracia en Chile a manos del
ejército comandado por el general Augusto Pinochet. Muchos hubo que creyeron y
creen todavía que aquel día de finales del invierno austral de 1973 supuso la
victoria de la ley y el orden sobre las hordas rojas, ateas y comunistas, que ponían
en peligro la civilización occidental. Pero haciendo abstracción de los errores
de los gobiernos de Salvador Allende ante la brutal acometida del poderoso
vecino del norte, la fecha icónica de aquel año fue el principio de la derrota
de los ideales democráticos de un continente que aún lucha por su identidad. El
año de 1973 inició la infame década de los gobiernos militares en el subcontinente
y su estela de secuestros, torturas, asesinatos y terror. Todavía hoy, cada 11
de septiembre se reproducen en las alamedas de las que habló Allende en su
último discurso la carga de los carabineros contra los manifestantes a los que
la vida no les concedió la paz de la desmemoria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD">La Diada y la “pinochetada” tuvieron como secuelas (al menos hasta
el año 1978, en el primer caso) la violencia de las conmemoraciones por la
explícita represión de los gendarmes del orden. Ahora, en este primer
aniversario del día icónico por excelencia, junto al llanto por las víctimas se
columbran también regueros de sangre y estallido de fuegos. Los españoles
deberíamos hablarle al mundo de nuestra experiencia. En nuestra carne aparece
la mordedura del terror en cuya cúpula se han ido asentando diversos
criminales, sucesivamente sustituidos sin que por ello cesara la muerte. La
comunidad internacional y más concretamente los EE.UU. buscan a Bin Laden. Es
muy probable que nunca lo encuentren e incluso no son pocos los que están
convencidos de que ha muerto. Pero el terror, una vez implantado, no llora a
sus jefes, sino que los sustituye, y a Occidente le toca jugar sus cartas con
más sutileza y menos arbitrariedad. ¿Un Sadam Husein que haga olvidar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a Bin Laden? Y después, qué: ¿el choque de
civilizaciones que describe Samuel Huntington? Una derrota llevaría a la otra y
el 11 de septiembre se convertiría así en el icono sangriento de todo el calendario
de nuestras vidas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="mso-spacerun: yes;">La Verdad 18 de septiembre de 2002 </span><o:p></o:p></span></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-72708551697173281912018-09-07T13:02:00.000+02:002018-09-21T17:37:39.994+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">EL GOLPE DE AGOSTO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> (Del libro en preparación La cópula de la libélula) <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Aquel
martes de agosto de 1991 la mesa estaba al completo. Cada segundo día de la
semana, periodistas argentinos, agregados de prensa de las embajadas,
corresponsales europeos y algún invitado ocasional se daban cita en el Club
Español de Hipólito Yrigoyen, el flanco derecho de la Avenida de 9 de Julio de
Buenos Aires, para una comida de confraternización en la que se solían suscitar
temas y debatir la política menemista del momento. Era una convocatoria libre,
con sedes sucesivas y que ahora se celebraba en un reservado del comedor del
Club, un hermoso edificio de principios del siglo XX decorado con mármoles y
mobiliario de los tiempos de la Argentina rica, en el que nos instalaban una
mesa alargada con diez sitios que solían bastar e incluso sobraban las más de
las veces. Como elenco estable se encontraban el patriarca Rudni y Pablo
Gusani, ya fallecidos, Rogelio “Pajarito” García Lupo, Isidoro Gilbert, y algún
corresponsal de la agencia cubana de noticias. Era una mesa claramente
izquierdista en la que sin embargo los periodistas independientes, liberales o
decididamente conservadores se encontraban también a sus anchas compartiendo la
picada previa a una paella de desigual factura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span><br />
<a name='more'></a><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Pero
aquel martes 20 de agosto de 1991 el gerente del restaurante tuvo que poner
varias mesas supletorias. La agregaduría de Prensa de la Embajada de Cuba al
completo, el corresponsal de Novosti (y supuesto agente del KGB) e Isidoro
Gilbert, el decano de los corresponsales de la agencia soviética Tass en el
continente americano, trasladaban al resto de los comensales sus noticias sobre
el golpe de Estado que había estallado el lunes en la lejana Unión Soviética
(aunque el ambiente la hacía parecer vecina, por lo cercana) contra la
“gladnos” y la “perestroika” del presidente Mijail Gorbachov. Como ningún otro
día, corrió el vino tinto de Mendoza y alguien tuvo la ocurrencia de pedir una
botella de vodka para celebrar el acontecimiento. Isidoro, periodista riguroso,
archivo viviente de la dictadura militar y persona entrañable, se felicitaba
por su terquedad en haber despreciado desde el principio los intentos
aperturistas de Gorbachov. Los cubanos veían disiparse los nubarrones que
amenazaban a Cuba con las sucesivas reformas del presidente soviético. Los
comensales de izquierdas no comunistas asistían confusos a las celebraciones
del golpe que solo a los independientes les parecían divertidas por lo excesivo
de la euforia. Los veintitantos periodistas que nos reuníamos en aquella mesa
ni siquiera criticamos el apellamiento del arroz de la malhadada paella, más
cercana a unas gachas migas que a nuestro plato imperial, atentos como
estábamos a los numerosos “ya decía yo” de los comunistas más irredentos. Tras
los discursos, el café aguachirlado y los brindis con vodka al estilo ruso, concluyó
al reunión con la sensación de que el mundo bipolar había vuelto a la razón y
que la tensión nuclear y la guerra fría se instalaban de nuevo en nuestras
vidas de donde nunca debieron salir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Ni
al día siguiente ni al otro, ni al tercero, cuando estuvo claro que el golpe
contra Gorbachov había fracasado, hubo intercambios telefónicos entre los
comensales. Unos cuantos ardíamos en deseos de que llegara el martes para
estudiar las reacciones de nuestros colegas. Pero el 27 de agosto de 1991, el
aspecto de la mesa de los corresponsales era el vivo escenario de la
desolación, subrayada por las erráticas previsiones del dueño del restaurante
que para evitar los agobios de la anterior comida había previsto 25 servicios y
ordenado dos paellas gigantescas. Solo cinco periodistas nos apiñamos en las
sillas del centro de aquella mesa en la que no hubo ni risas estentóreas ni
satisfacciones ostentosas. Ni los cubanos, ni el de Novosti, ni Isidoro
acudieron a la cita. Entre los congregados cundió la sensación de encontrarnos
ante un acontecimiento tan distante como los sueños del amanecer. Extrañamente,
recuerdo ahora que la paella salió esta vez bastante aceptable y el cabernet
sauvignon mendocino nos dejó un regusto de buen vino que nos llevó a chascar la
lengua varias veces en el curso de aquel raro festín.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La
Verdad, agosto 2002<o:p></o:p></span></div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12.0pt;"><br clear="all" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" /></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-69332104840993542082016-05-08T11:32:00.000+02:002016-05-09T11:53:57.245+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-size: large;">OLIVASTRI
MILLENARI</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-size: large;">La película El Olivo, de Icíar Bollaín, puede que constituya un revulsivo más a tantos atropellos perpetrados por promotores y constructores en nombre de la
codicia y la idiotez. Conocida es la desaparición de nuestros palmerales debido
al Picudo Rojo, una especie de escarabajo importado de Egipto en la época en
que paisajistas y urbanistas de baja estofa y peores escrúpulos festoneaban con
palmeras mediterráneas desérticos paseos y avenidas polvorientas. El exceso de
demanda (España toda se iba a convertir en una lujosa urbanización tropical, en un "resort" lujurioso) aconsejó la
importación de palmeras en sazón y más baratas que las nacionales, aunque con un inquilino no
previsto: el<span style="background: white; mso-bidi-font-family: Arial;"> Picudo Rojo, un coleóptero originario del Asia tropical, que ha arrasado con los palmerales
del Levante y el Sureste peninsular.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkH-OrUlBznpqkd27XMd5hVIMGalAimzDzyfQIXYDk26dFm3H-HVSg1IUVFfmjgEOcNGHqU7Ontj4zzBYKigAVHcCkKGOTdjKozuAnFa6b1VDhleUesE9fbXRWUy2fpRo7_vOhfi_B3w/s1600/2014-09-04+13.11.21.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkH-OrUlBznpqkd27XMd5hVIMGalAimzDzyfQIXYDk26dFm3H-HVSg1IUVFfmjgEOcNGHqU7Ontj4zzBYKigAVHcCkKGOTdjKozuAnFa6b1VDhleUesE9fbXRWUy2fpRo7_vOhfi_B3w/s200/2014-09-04+13.11.21.jpg" width="200" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="background: white; font-size: large;">Nadie ha ido por ello a
la cárcel. La ignorancia, la malicia y la avaricia han arrasado también
nuestros pueblos y sus paisajes al socaire de una malentendida modernización.
El expolio ha alcanzado cotas de salvajismo e impudicia. Basta viajar por la
Europa devastada tras la Segunda Guerra Mundial para advertir el cuidado, el
mimo y la exactitud en la reconstrucción y homogeneización de sus pueblos y
ciudades, la cordialidad de su urbanismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="background: white; font-size: large;">Bueno, pues con
los olivos centenarios y milenarios ocurre en España tres cuartos de lo mismo. Hace
apenas diez años, los dueños de olivos centenarios y milenarios del Maestrazgo
castellonense y turolense (y de otras regiones) se apresuraban a vender sus fósiles
vivientes a particulares y empresarios italianos, principales clientes de estos
gigantes, antes de que una inminente ley de protección ambiental impidiera el
atropello. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="background: white; font-size: large;">Quienquiera que
haya viajado por el Sur de Italia, en teoría la zona más deprimida de la gran
península, habrá advertido el cuidado de sus caminos, la limpieza de sus
arcenes, adornados con chumberas, adelfas y pequeños arbustos mediterráneos.
Hasta el atronar de las cigarras parece milenario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjXqLSs8o2GiG7BNzzPKSZZt8MWS72thTrw7dT0HS5ntQGunY4Y83FBETSONYcTN9tCsNPHmIzm4_QvMv5tTyZ_7_mpmelo2k6iCRno6f9EV9XuWrsKRBYTvsMQT-8OlwRExLl9TaxLw/s1600/2014-09-04+13.10.00.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjXqLSs8o2GiG7BNzzPKSZZt8MWS72thTrw7dT0HS5ntQGunY4Y83FBETSONYcTN9tCsNPHmIzm4_QvMv5tTyZ_7_mpmelo2k6iCRno6f9EV9XuWrsKRBYTvsMQT-8OlwRExLl9TaxLw/s200/2014-09-04+13.10.00.jpg" width="200" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="background: white; mso-bidi-font-family: Arial;">Ese apego a la
eternidad que puede apreciarse en las grandes ciudades de Italia, puede también
admirarse en el norte de Cerdeña, en Gallura, a escasos 30 kilómetros de la
Villa Certosa de Berlusconi y la Costa Esmeralda. Allí, en medio de grandes
formaciones graníticas y cerca del lago artificial de Liscia, aparece tras un
muro de piedra, el aviso O<i>livastri Millenari</i>,
oliveras milenarias, una explanada de varias hectáreas en la que se pueden contemplar,
previo pago de 2,50 euros por persona, olivos de mil y dos mil años de antigüedad en torno al gigante </span>S'Ozzastru,<span style="background: white; mso-bidi-font-family: Arial;"> al que científicos de la Universidad de Sassari atribuyen
una existencia de 3.800 años. Tras abrazarlo y escudriñar sus escondrijos (en alguno
cabe una persona), se siente la necesidad de acuclillarse a la sombra de sus
600 metros cuadrados de follaje y sumergirse en la contemplación de este soberbio testigo de
cuarenta siglos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="background: white; font-size: large;">S’Ozzaztru seguirá
siendo sin duda, con sus 20 metros de perímetro y 14 de altura, un
impresionante ejemplar de acebuche (todos los olivos milenarios lo son) entre media docena de “jóvenes” de mil y dos
mil años de antigüedad convenientemente datados. Un parque que quizás sea ampliado, si no lo ha sido ya, por alguno de los varios miles de olivos milenarios españoles que languidecen en nuestros campos a la espera del oportuno especulador y traficante sin escrúpulos capaz de tasar sus años en billetes de 500 euros de curso legal.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span style="background: white; font-size: large;">Lástima. <span class="apple-converted-space"> </span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-73610791702717179722016-04-08T07:00:00.000+02:002016-05-08T11:38:05.140+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">EL CAPITAN RENAULT SE ESCANDALIZA DE NUEVO</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Quizás sean ya
un par de generaciones las que disfrutan
una y otra vez de “Casablanca”, la película con más frases para el recuerdo de
las que me parece tener noticia. Desde el “siempre nos quedará París”, pasando
por la pregunta a Rick Blaine (Humphrey Bogart) del mayor Strasser: “¿Cuál es
su nacionalidad?” “Soy borracho”, o la exaltación de Ilsa Lund (Ingrid
Bermang): “El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Pero fue el fantástico cinismo del capitán francés Louis Renault (Claude
Rains) el que me ha servido de guía desde su primer visionado para comprender
la política nacional y desde hace un tiempo, también la internacional.</span><br />
<a name='more'></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLsmJlyoEqo90vvZ8j9B6B9k_UNJB8HUboN1YdjuTb3V6H6QhkHW4fGDExM3V9eK1Zu7sRq0grkTZK1MgacMBPzXiSqEzTsTbE-9Dmgd5kAjfpiMHwlhss_m25We1OneesDyjpufrYgQ/s1600/casablanca.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" height="149" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLsmJlyoEqo90vvZ8j9B6B9k_UNJB8HUboN1YdjuTb3V6H6QhkHW4fGDExM3V9eK1Zu7sRq0grkTZK1MgacMBPzXiSqEzTsTbE-9Dmgd5kAjfpiMHwlhss_m25We1OneesDyjpufrYgQ/s200/casablanca.jpg" width="200" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 19.85pt;">
<span style="font-size: large;">Resultó desternillante, cuando los casos de corrupción comenzaron a
proliferar como setas en nuestro panorama político como resultado de la lenta
pero imparable acción de la Justicia, oír y leer la escandalera de políticos y
medios de comunicación, mesándose los cabellos y desgarrándose sus vestiduras.
¡Pero, bueno, a dónde vamos a ir a parar!, exclamaban los más moderados ante el
rosario de Púnicas, Gürtel, Malayas, Fabras, Emarsas, ERES y tantas otras,
hasta 1700 causas en 2015 con más de 500 imputados o investigados. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 19.85pt;">
<span style="font-size: large;">España parecía el cuévano de corruptos y corruptores, el lodazal de
Occidente, la excepción europea. Pero no éramos los únicos. Investigadores,
periodistas de investigación, delatores y personas indignadas ante la maraña de
corrupciones han ido destapando casos y situaciones conocidos o intuidos pero
no comprobados hasta su exposición pública. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 19.85pt;">
<span style="font-size: large;">Desde las filtraciones periodísticas del espionaje al que la Agencia
Nacional de Inteligencia estadounidense (NSA) tiene sometido a todo bípedo que
se mueva sobre la corteza terrestre, canguros y primates incluidos, hasta los
wikileaks y sus hermanos, los sucesivos destapes y primicias han permitido
mirar bajo las alfombras de palacio, olisquear los pretendidos “secretos de
Estado”, descubrir comisiones espurias y corroborar las cuentas corrientes
opacas para constatar la porquería bajo sus flecos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 19.85pt;">
<span style="font-size: large;">Las impostadas exclamaciones de asombro, las rimbombantes declaraciones
de políticos, periodistas y representantes de la “beautiful people” y los
denuestos y anatemas subsiguientes han configurado un coro de tal cinismo que
no he tenido más remedio que recordar al capitán francés Louis Renault en su
entrada al garito de Bogart, tocado con su kepis y alertando con su silbato de
la redada que se avecinaba.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 19.85pt;">
<span style="background: white; font-size: large;">RENAULT:
¡Salgan inmediatamente! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 19.85pt;">
<span style="background: white; font-size: large;">RICK:
¿Con qué derecho me cierra usted el local? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 19.85pt;">
<span style="background: white; font-size: large;">RENAULT:
¡Qué escándalo! ¡Qué escándalo! He descubierto que aquí se juega. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 19.85pt;">
<span style="background: white; font-size: large;">CRUPIER:
Sus ganancias, señor. (Entregándole un fajo de billetes bajo mano)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 19.85pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="background: white;">RENAULT: Muchas gracias (metiéndose el
dinero en un bolsillo). ¡Todo el mundo fuera!</span> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 19.85pt;">
<span style="font-size: large;">Es esta constatación del vicio la que termina produciendo hilaridad.
¿Cómo puede haber una sorpresa tan generalizada de los miles de personajes de
toda índole que llevan sus dineros donde menos puedan perseguirlos sus fiscos
respectivos? De sobra es conocida la red de paraísos fiscales que desde Panamá
a las islas Caiman, pasando por algunos territorios señalados de la Europa
cultivada, sirven de refugio a quienes por miedo, arrojo o simple delincuencia
ocultan sus fortunas fueran de sus países de origen.</span></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Así que ante la escandalera montada en torno a los Papeles de Panamá, es
comprensible que una legión de capitanes Renault se escandalicen, silbato en
los labios y la mano trincona en el bolsillo, al grito: “¡qué escándalo! Hemos
descubierto que las fortunas de todo el mundo se ocultan en paraísos fiscales!”</span><span class="author"><span style="background: white; mso-bidi-font-family: Arial; text-transform: uppercase;"> </span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-17983382556484862722016-04-04T10:16:00.000+02:002016-05-08T11:39:30.910+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">UNA ENTREVISTA CON LA VIUDA DE MIGUEL HERNÁNDEZ CINCUENTA
AÑOS ATRÁS</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;"> y II</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;"> <span style="line-height: 150%; text-indent: 22.7pt;">(Esta es la entrevista a Josefina Manresa, difícil por el silencio y el recelo que rodeó la que aseguran -no sé si del todo cierto- que fue la primera concedida a un medio nacional español, publicada en el número 356 de La Estafeta Literaria, el 5 de noviembre de 1966.)</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Pasead por Elche, pero no lo hagáis por los concurridos callejones del
centro; preferid las anchas calles sin pavimentar de los nuevos barrios y
observaréis la diversidad de España: manchegos, extremeños, andaluces,
murcianos. Jocosamente se dice que Elche es un detergente tan eficaz que ha
dejado sin Mancha a España, pero no hay que bromear con el trabajo ni con la
aventura de cada vida (…)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Las cinco de la tarde y en Elche llueve (…) Doña Josefina Manresa, viuda
de Miguel, de Miguel el poeta, el pastor, sabe que llueve cuando sus ojos
marrones y profundos, casi negros, miran
más allá de la ventana y tratan de sacar lágrimas del saco vacío que en otro
tiempo albergó mares.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLATBinoTWDWKGgGbYx2fFlBSBomKL0xBPDGsPfT3DSnI6dL_vy9D3-C0HZn1mUqz8UY_RNvEnuyv2v_YhGY1ERj0ZF1WOs2bn7aa2C6i2aoSacn3bjQn929ng7Kv65sX0F0cT7wnVqw/s1600/Josefina+Manresa+con+el+dibujo+de+Miguel.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLATBinoTWDWKGgGbYx2fFlBSBomKL0xBPDGsPfT3DSnI6dL_vy9D3-C0HZn1mUqz8UY_RNvEnuyv2v_YhGY1ERj0ZF1WOs2bn7aa2C6i2aoSacn3bjQn929ng7Kv65sX0F0cT7wnVqw/s320/Josefina+Manresa+con+el+dibujo+de+Miguel.jpg" width="314" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Está ahora en Elche, pero nació en Quesada, provincia de Jaén. De joven
marchó a Orihuela y trabajó en un taller de modistillas, y un día, cuando Miguel
pasó ante la ventana y miró hacia adentro, supo doña Josefina que se había
enamorado de ella y pensó que no tardaría mucho en enamorarse de Miguel.</span><br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Me pide que recuerde…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">(su mano deja casi oculto el pálido rostro de una mujer que en su madurez
serena guarda como una reliquia la belleza de aquella juventud que deslumbrara
a Miguel al través de una ventana)</span><br />
<span style="font-size: large;">--(...)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─A él no le gustó nunca ser pastor. Su verdadero pesar era no haber
cursado una carrera como le ofrecieron los jesuitas. Ser pastor era para él más
un tema poético que una nostalgia de su antiguo oficio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─¿Cómo era en familia?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Era bueno, tratable, comunicativo… no sé qué más cosas decirle. Para mí
era un santo. Pero no me gusta recordar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Debes hacerlo, mamá.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Manuel Miguel Hernández Manresa, Miguel para los amigos, desnivela a mi
favor la balanza de la conversación. Me explica que constituyen una familia retraída;
que hace muy poco cambiaron de piso, que no les gusta hablar con los demás; que
nunca han querido conceder ninguna entrevista; que sus vidas transcurren
tranquilas, sin complicaciones. También me cuenta que quiere levantar una
librería sobre el solar de su antigua vivienda, que los libros de su padre se
han traducido a muchos idiomas, que aumentan los derechos de autor…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─¿Qué significado tiene para ti ser hijo de Miguel Hernández?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Me siento contento de ser su hijo, porque él fue un gran poeta. Para mí
los dos mejores poetas del mundo han sido Antonio Machado y mi padre.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMlpLvzoPoGsrXLjQWOn5VuOnXwKFgIBZtgn5-HASOHtcZA3riRupny0V4rjdpdPlAyakz6m1yxgLV8YpDrUN3_glfUj4evKqlI8jbwtB-JV97oS7r77ETgY369w_no66aIPZheUMv7w/s1600/Josefina+Manresa+con+su+hijo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" height="190" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMlpLvzoPoGsrXLjQWOn5VuOnXwKFgIBZtgn5-HASOHtcZA3riRupny0V4rjdpdPlAyakz6m1yxgLV8YpDrUN3_glfUj4evKqlI8jbwtB-JV97oS7r77ETgY369w_no66aIPZheUMv7w/s320/Josefina+Manresa+con+su+hijo.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Miguel Hernández hijo anduvo trabajando en Madrid en una editorial y se
codeó con intelectuales, artistas y poetas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Casi todos han sentido el vacío de un premio literario que llevara el
nombre de mi padre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Doña Josefina asiente. Su bello rostro tiene algo de las vírgenes de
Salzillo: una expresión de cejas quizá, o unos ojos que guardan intimidades; no
sé, pero algo hay en él, algo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─¿Tiene usted alguna poesía inédita deMiguel?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Creo que no; me parece que se ha publicado todo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─¿Las sigue usted leyendo?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">(Ella sonríe. Si los poetas tuvieran una sonrisa que les definiera…)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Ya no las leo, no leo nada, porque las he conocido antes de que las
escribiera Miguel. Salieron de nosotros.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Mientras Miguel siguió en Alicante, ella estuvo allí, con él, pero sin
él.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─La cárcel fue para mi marido una universidad. Aprendió a tratar al
hombre más profundamente. Estudió mucho, francés e inglés sobre todo. Él decía
que adquiría experiencia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─¿Recuerda usted si Miguel, por aquel entonces, tenía algún proyecto?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">(Nuevamente, doña Josefina cierra la puerta de su memoria y dice que no
recuerda. Su hijo insiste.)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Pensaba irse a América para hacer dinero; luego quizá se reuniera con
nosotros, o nosotros con él, no lo sabía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Después de lo de Alicante, doña Josefina se trasladó a vivir a Cox.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Allí sí que lo quieren y le recuerdan; sin embargo, en Orihuela…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">En Elche tenía dos hermanas. Elche es la ciudad del trabajo. Y a Elche se
fueron a vivir. De una villa agrícola pasaron a una ciudad industrial. Y doña
Josefina comenzó a trabajar en su antiguo oficio: modista. Trabajaba en su casa
–puntada tras puntada- hasta que la sorprendía la madrugada, sin descanso. Ella
sabrá todo lo que en esos años habrá podido evocar de su Miguel, porque quizá
sea el de modista el oficio más apto para que se agolpen los recuerdos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Trabajé tanto que se me estropeó la vista y tuvieron que operarme hace
cinco años. Ahora también trabajo, pero menos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Mientras habla la observo y pienso en lo que de ella pudo atraer al
poeta: ¿su belleza?, ¿su sencillez? –“Te me mueres de casta y de sencilla”-,
¿su retraimiento? –“Por piedra pura, indiferente, callas”</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Le formulo la pregunta y su rostro de cera se arrebola; su sonrisa pierde
timidez y se hace franca.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Si leyera las cartas lo sabría.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─¿Sus cartas?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─Sí, seguramente se van a publicar, aunque a mí no me gusta que se sepan
sus cosas y las mías. Me da vergüenza.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Miguel tercia en la conversación.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">─No sabemos si se publicarán en vida de ella o a su muerte.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">(A veces impresiona que se hable de la muerte con tanta sencillez, pero
quizá sea una cuestión de costumbre –“¡Qué sencilla es la muerte: qué
sencilla!...")</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">El tiempo pasa y la tarde cae. En Elche ya no llueve, pero doña Josefina
Manresa, viuda de Miguel, de Miguel el poeta, el pastor, sigue mirando por la
ventana. Sus ojos ruegan que no sigamos hurgando. Es una súplica muda que fluye
con cadencias de poema.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Afuera, los niños juegan y chapotean en los charcos con sus katiuskas
nuevas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">(NB.- Manuel Miguel murió tres años antes que su madre a la temprana edad
de 54 años. Dejó viuda y dos hijos dedicados a cuidar el legado del poeta)</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-6319495596801836032016-04-01T19:12:00.000+02:002016-05-08T11:40:03.529+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">UNA ENTREVISTA CON LA VIUDA DE MIGUEL HERNÁNDEZ CINCUENTA
AÑOS ATRÁS</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">I</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Desde hace casi 20 años yacen juntos, padres e hijo, en una tumba
de mármol blanco en el cementerio de Alicante. Bajo los nombres –Miguel (1942),
Manuel Miguel (1984) y Josefina (1987), por orden de fallecimiento-, tallada, una
leyenda del poeta: “Libre soy, siénteme libre, sólo por amor”. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">No fue en Orihuela, donde nació el poeta, ni en Elche, donde vivieron
Josefina y Manuel Miguel, sino en Alicante donde reposan sus restos. Pero tampoco
Orihuela ni Elche ni Alicante han sido las ciudades custodias del legado del
poeta, sino Quesada, provincia de Jaén, lugar de nacimiento de Josefina y en
cuyo espléndido Museo Zabaleta se encuentran todos los recuerdos del poeta, sus
escritos, su vieja máquina de escribir, el retrato a carboncillo que el
dramaturgo Antonio Buero Vallejo, le dibujó en la cárcel para que Manuel Miguel
pudiera recordar a su padre.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6z8n6Vyl3j0splNotijVQn76RxGg8r2jNEes0L6awrpSOm13nrYuvfwmEO7XQUG8QlyjEOpvojIvaeMgj_Gzu5XUCImen2AvRqBUMIqvcK8YBGgR4wZfURnhxJlY1usoplS6-O7Qgwg/s1600/Josefina+Manresa.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" height="227" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6z8n6Vyl3j0splNotijVQn76RxGg8r2jNEes0L6awrpSOm13nrYuvfwmEO7XQUG8QlyjEOpvojIvaeMgj_Gzu5XUCImen2AvRqBUMIqvcK8YBGgR4wZfURnhxJlY1usoplS6-O7Qgwg/s320/Josefina+Manresa.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">El 28 de marzo se cumplieron 74 años de la muerte del poeta a causa de
una tuberculosis en un reformatorio alicantino. Hoy, primero de abril, el
Ateneo de Madrid celebraba la cuarta edición del libro de Josefina Manresa
“Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández”, cuya primera edición, de 1980, se
presentó en el mismo escenario. Ambos acontecimientos me han desencadenado,
como el borboteo de la sopa, bullentes recuerdos de mi encuentro con Josefina y
Manuel Miguel en su domicilio de una barriada populosa de Elche cincuenta años
después. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<a name='more'></a><span style="font-size: large;">En noviembre de 1966 publicaba en La Estafeta Literaria, mensual
literario dirigido por Luis Ponce de León, mi conversación─entrevista con el muro
de silencio de Josefina Manresa, la viuda del escritor cuyos poemarios editados
por Losada de Buenos Aires llegaban entonces bajo cuerda a las alacenas “secretas”
de las librerías. Las dificultades, todavía, de airear el nombre del “poeta de
barro” llevó a la revista a la picardía de publicar mi reportaje junto a una
extensa necrología de Rafael Sánchez Mazas, fallecido semanas antes, fundador
de la Falange y ministro en el segundo gobierno de Franco, y no obstante
intercesor a favor de la conmutación de la pena de muerte dictada contra Miguel
Hernández. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">El encabezado de ambos recordatorios a doble página del formato de gran
tamaño de la revista decía: “Rafael y Miguel, arcángeles de la literatura”.
Evidentemente, Ponce de León, también falangista, se la jugó en los tiempos que
corrían (mediados los 60) en los que eran obligados la censura, las elipsis y
los rodeos para narrar algún detalle. “Después de lo de Alicante, doña Josefina
se fue a vivir a Cox”, eludiendo así la muerte del poeta. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">No recuerdo cómo se gestó la entrevista, posiblemente la primera que se
concedió a un medio nacional en pleno franquismo. Quizás fuera a través de
Manuel Miguel, Miguel para sus amigos, de 27 años entonces, un personaje con un
cierto aire argelino, bronco, orgulloso de su musculatura, habitual de
futbolines y billares, a quien llamaban El Látigo, y también Veneno por su
carácter retador y sombrío. Botines negros como la cazadora de cuero, tejanos y
camisa polo de manga corta y un permanente rictus amargo envolvían al
muchacho a quien su padre, desde la
cárcel, suponía amamantado con “sangre y cebolla” en sus celebradas “Nanas de
la cebolla”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Josefina Manresa y su hijo vivían en un piso modesto de un barrio
periférico de Elche a donde no había llegado todavía el asfalto. Aquel día
llovía y las calles eran un barrizal. Nos abrió la puerta Josefina, toda de
negro, con sus 50 años vivaces todavía y las manos sin saber si estrechárnoslas
al fotógrafo ilicitano Cristóbal Parreño y a mí, todavía un tímido reportero de
20 años. Aún no había llegado su hijo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Nos hizo pasar y nos sentamos en torno a una mesa camilla cubierta con un
mantelito de ganchillo. En una de las paredes, el retrato de Miguel realizado
por Buero Vallejo en la cárcel. Un retrato que entregó a Josefina especialmente
dirigido a su hijo Manuel Miguel. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">Mientras Cristóbal hacía las fotografías (la de este post inédita y las
dos próximas, publicadas sólo en la revista), me apresté a preparar la libreta
y repasar algunas notas. La entrevista, con más silencios que palabras, aproximadamente
discurrió así.</span></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 22.7pt;">
<span style="font-size: large;">(Concluirá el próximo día) </span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-7996059707765979102016-03-26T20:07:00.001+01:002016-04-01T20:30:15.369+02:00<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;">SEMANA SANTA EN EL SEGUNDO VATICANO<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Como es fácil colegir, eran otros
tiempos y no por lejanos, mejores. En aquella pedanía murciana, motejada por su
entorno Segundo Vaticano por la habitual mojigatería de sus habitantes, los largos y
grises años de la posguerra se medían más por el tañido de las campanas de la
iglesia que por las estaciones. La Cuaresma y la Semana Santa constituían la
médula de la religiosidad: apenas cruzadas las frentes el Miércoles de Ceniza
entraba el pueblo en una especie de letargo, sólo alertado por las admoniciones</span></span><br />
<a name='more'></a><span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">
</span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="clear: left; float: left; font-size: large; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH3k32VyzJEehkjlmWAl_LDmqHNJvB9QpIsivxnjM-PWPPWTWpMlIJ89Xeg3PtPLcWMorvHx7xbLnQmUlPhxBeeyCxGZGBJjzKEdJ6SlXJ5x0STI9deUOQJRRjzPa-EXp8Y-i4_f4ERw/s320/CristoGitanosaprincipiossigloxx.jpg" width="254" /></span></div>
<span style="font-size: large;">del cura párroco –don Juan, don Cayetano, don Enrique- que asistidos por
misioneros flamígeros sacaban lo más tenebroso del Nuevo Testamento para mover
a los pocos jornaleros tibios a que en el todavía lejano Viernes Santo, sin
falta, acudieran a la confesión general para la que el párroco necesitaba la
ayuda de otros cuatro colegas –franciscanos, generalmente, todavía tonsurados
de aquel modo- que tras amenazar con las llamas del averno se aplicaban a
preguntar a los rudos trabajadores de hoz y azada, “cuántas veces, hijo mío”,
para a continuación poner a aquellos hombretones penitencias humillantes, de
rodillas ante el altar, los brazos en cruz y los labios musitando dios sabe
cuántas avemarías. La Pascual florida, decían, con la que había que cumplir una
vez al año.<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Pero eso ya era al final. Por en
medio, días de ayuno y abstinencia de comer carne -¿quién no ayunaba ni se
abstenía en las décadas de los 50 o los 60?- a no ser que se hubiera pagado
alguna bula que permitiera el pichón o el cordero en la mesa de los más adinerados.
Los viernes, patatas con bacalao o con acelgas, si el bacalao se mostraba
esquivo. Hasta que llegaba el Viernes de Dolores (todas las fiestas cuaresmales
se escribían en mayúscula) y aquello demandaba una cierta severidad en el
Segundo Vaticano, interrumpida brevemente por el Domingo de Ramos, en el que
las palmas blancas, inmaculadas, de las palmeras desmochadas procesionaban a
ambos lados del cura para después quedar colgadas horizontalmente en balcones y
ventanas hasta que se caían de secas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Unción y austeridad el Lunes Santo, el
Martes y el Miércoles. Las estaciones del Vía Crucis subrayaban las tres caídas
de Jesús. La cera de las velas y el incensario esparcían sus fragancias, y el
escenario se iba tornando sombrío conforme se acercaba la hora de la muerte del
Señor, que entonces ocurría el Jueves Santo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Las emisoras de radio se abstenían de
discos dedicados, las campanas enmudecían, cantar era pecado en aquella pedanía
llamada Segundo Vaticano, las imágenes de la iglesia se cubrían con lienzos
morados y solamente un “monumento” permanecía abierto al culto, con su custodia
sagrada y los “mayos”, platos repletos
de germen de trigo cultivados en la oscuridad para lograr un blanco también
inmaculado. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">En la iglesia, las largas colas de
hombres con los cuellos de sus camisas blancas abotonados y las gorras y las
boinas girando con nerviosismo en sus manos contrastaban con el aparente recogimiento
de las mujeres tocadas con velos y arrodilladas ante el altar. En la procesión
del Silencio y pese a la menguada población se sacaban tres pasos: del
Nazareno, la Dolorosa y el Sepulcro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">En fin que en aquella pedanía
murciana, Jesús resucitaba el Sábado de Gloria, momento en que se rompían con
estruendo en las calles las vasijas y los botijos ya deteriorados y guardados
para la ocasión. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Eran días intensos y venturosos, como
reflejaba la complacencia del cura párroco, el alegre doblar de las tres
campanas y la sospecha de que la vida, con la primavera y el abandono de la
lóbrega cuarentena, sorprendería al doblar la esquina en aquel santo y
encadenado Segundo Vaticano. <o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-49429006349041741942016-03-22T14:03:00.002+01:002016-03-26T20:10:29.931+01:00<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">AUSENTE ESPAÑA<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Pareciera que la visita de Barak
Obama a La Habana –histórica sin duda- hubiera competido con la del papa
Francisco, hace unos meses y si me apuran con el mismísimo Espíritu Santo de
haberse manifestado. Hace menos de un año fue el presidente francés, François
Hollande, quien pudo entrevistarse con el líder de la Revolución Fidel Castro
en persona, poco después de que a nuestro ministro de Asuntos Exteriores, José
Manuel García Margallo, le diera el presidente Raúl Castro con la puerta en las
narices. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Probablemente, Hollande recordara la
exclamación atribuida a su antecesor y conmilitón, François Mitterrand, el de
la “grandeur”, ante un subcontinente comunicado por el castellano: “¡Ah, si
tuviéramos nosotros Latinoamérica!”<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh81wLvyj3yUXbeXZeyCjEeaXPKZVOpI3JxPE9NIfnHjAtYGf7YylXXfNEkQ9GfBAuvuu0Q3qZRMoBOg9KiZVAfNZ1x7Z9Qp3YpqfMxuHx6_CQZvXAnAf8VR2s2_rVAq96Io8XkNicsgA/s1600/raul-castro-barack-obama-cuba-saludo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="144" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh81wLvyj3yUXbeXZeyCjEeaXPKZVOpI3JxPE9NIfnHjAtYGf7YylXXfNEkQ9GfBAuvuu0Q3qZRMoBOg9KiZVAfNZ1x7Z9Qp3YpqfMxuHx6_CQZvXAnAf8VR2s2_rVAq96Io8XkNicsgA/s200/raul-castro-barack-obama-cuba-saludo.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;"></span></span><br />
<a name='more'></a><span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Y es que en Cuba la sombra de José
María Aznar es alargada. En 1996, recién llegado a la Presidencia, Aznar logró
que la famosa Posición Común Europea hacia Cuba (por la que ni agua habría que
darle, si no aceptaba la democracia) saliese adelante con el apoyo de los 15
países que entonces integraban la UE. El entonces presidente Fidel Castro nunca
aceptó la postura europea, mientras que España abdicaba de su relación con la
isla a favor de la Unión Europea. Y esto fue así hasta que el ministro de
Exteriores del gobierno de Rodríguez Zapatero, Miguel Ángel Moratinos, intentó
sin éxito derrotar la Posición Común, algo que Hollande ha sabido aprovechar en
su visita a la francofonía caribeña.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Quiso la suerte que por razones de mi
profesión periodística me hallara presente en Buenos Aires de 1987 a 1993
coincidiendo con el primer desembarco de España y las empresas españolas en
Argentina, pero también en el resto de un subcontinente americano que había
dejado atrás los años de plomo y se encaminaba decididamente hacia la democracia.
El entonces presidente Felipe González, aclamado en todo el subcontinente allá
donde fuera y con una popularidad envidiada por medios europeos como “Le Monde”,
aterrizaba, al estilo gringo, rodeado de presidentes de las empresas que
querían invertir en Iberoamérica.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">El terreno estaba en parte abonado. El
eco del éxito cosechado por los Pactos de la Moncloa impulsados por Adolfo
Suárez permanecía como el susurro del Big Bang de la democracia surgida del
franquismo, aplicable, en el caso de Argentina, a su reciente salida de la
dictadura de Videla y compañía. Poco a poco, sin estridencias en los primeros
momentos, fueron aterrizando Telefónica, Endesa, Repsol, la banca comercial, Canal
de Isabel II, Aguas de Barcelona, aseguradoras como MAPFRE o constructoras,
hasta que su implantación en las economías y las sociedades latinoamericanas llevó
a los círculos más nacionalistas a acuñar el peyorativo eslogan de la Segunda
Conquista. Pero no cupo duda de que los servicios esenciales -agua,
electricidad, telefonía- dieron un salto de gigante con la experiencia de las
empresas españolas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Ayudaban de manera sustancial las
frecuentes visitas de los Reyes y de Felipe González a los países de
Latinoamérica y el Caribe, en loor de multitudes; la consecuente acción cultural
y humanitaria, y la creación y consolidación de las Cumbres Iberoamericanas que
a partir de 1991 configuraron un marco de confluencia y de influencia difícilmente
repetible. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">Desde el estallido de la crisis
económica, la presencia institucional de España lleva años languideciendo,
ausentándose, y sólo la potencia del idioma y la fortaleza de sus empresas resisten
el eclipse total. Importante es la inversión española en el sector turístico en
Cuba que ahora sufrirá la competencia de las grandes cadenas norteamericanas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span style="font-size: large;">De ahí que ante la visita de Obama se
pueda sentir un cierto resquemor -¿dónde está España en todo el
escenario?- por mucho que al himno
norteamericano le preceda la orden: “¡Presenten armas!” en el más eufónico
idioma español.</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-47638797090046437342016-03-06T14:15:00.000+01:002016-03-07T20:41:24.759+01:00<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 14.0pt;">EL RUIDO Y LA FURIA<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Todavía no había llegado el momento
del puño en alto ni del beso en los labios al camarada. En la bancada
“podemita” sólo las cejas enarcadas de Íñigo Errejón y las ruidosas protestas
de los escaños socialistas, parecieron reaccionar ante los gritos de su líder
máximo en el Congreso de los Diputados, el descamisado Pablo Manuel Iglesias,
llenos de ruido y de furia contra el partido socialista y especialmente contra
Felipe González. Desde los escaños y las tribunas, ampliándose en directo a las
pantallas de televisión, cundía la impresión de estar asistiendo a las
obligadas sobreactuaciones de las asambleas estudiantiles y a las agitadas
concentraciones del 15-M, en las que el grito debe acompañar a la palabra si se
desea el efecto deseado en los congregados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Cargó Iglesias contra el Felipe
González de los años más negros del PSOE, acusándolo de tener el <i>“pasado manchado de cal viva”</i> y elogiando
de paso a los secretarios generales del PCE Julio Anguita y Gerardo Iglesias.
González no quiso darle importancia al
exabrupto: </span><i><span style="background: white; font-family: "arial"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">"</span></i><i><span style="background: white; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Habla desde la rabia y el
odio, está sobrecargado y debería serenarse un poco"</span></i><span style="background: white; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">, para terminar definiéndolo <i>“buen
discípulo de Anguita”</i>, en referencia al dirigente de IU, tan feroz
adversario del socialista que parecía más bien un aliado de José María Aznar,
el presidente del Partido Popular, y del Gobierno a partir de 1996.</span><br />
<a name='more'></a><span style="background: white; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZRPl3gevPhygN7VfyDPQQDoCm7VStPZPBu39bj7CQTxKxw_-ilZZHI2rjUkS83Mxj86r7nsWpMq7GJzo38Ai5mxJ2FjFoWlQumWIakILLqfHyz-M6b_rS5q6vtDq0gBOKVqhy2x6kYw/s1600/s-PABLO-IGLESIAS-large300.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="145" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZRPl3gevPhygN7VfyDPQQDoCm7VStPZPBu39bj7CQTxKxw_-ilZZHI2rjUkS83Mxj86r7nsWpMq7GJzo38Ai5mxJ2FjFoWlQumWIakILLqfHyz-M6b_rS5q6vtDq0gBOKVqhy2x6kYw/s200/s-PABLO-IGLESIAS-large300.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<span style="background: white; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">El candidato a la Presidencia del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez,
ha confesado en declaraciones a <i>El País</i>
no entender <i>“de dónde saca Pablo Iglesias
tanto odio y rencor con el PSOE. Por mi parte, solo merece el desprecio, como
el de muchos millones de españoles que ven en Felipe González y en los miembros
de sus gobiernos a políticos que hicieron lo mejor para España”.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<span style="background: white; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">Pablo Manuel Iglesias suavizó el tono en sus siguientes intervenciones,
intentando bromear y banalizar sobre el beso y el amor. Pero no es la ironía
donde más cómodo se encuentra este político, empeñado con un candoroso adanismo
en reescribir la historia de este viejo país. A mí me valió sin embargo y se lo
agradezco, porque me trajo a las mientes al Fulkner de <i>“Amanece que no es poco”</i>, la película de culto de José Luis Cuerda.
Y al <i>Macbeth</i> de Shakespeare, ahí es
nada. </span><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En 1929 aparecía la sexta novela de
William Faulkner en la que un deficiente mental narraba la historia de la degradación
de la familia Compson. Dicen los expertos que el escritor norteamericano tituló
su relato <i>“El ruido y la furia”</i> inspirado
en el verso, tantas veces repetido, del soliloquio de Macbeth en el que el rey reflexionaba
ante la noticia de la muerte de su esposa, “</span><i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">La vida (…) es un cuento </span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;">r<i>elatado
por un idiota,</i> <i>lleno de ruido y furia, que no significa nada”</i></span><i><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">.</span></i><span style="font-family: "arial"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">El gran Shakespeare,
cuatrocientos años después.<o:p></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-77190246825409168962016-02-23T18:55:00.001+01:002016-03-07T20:20:25.048+01:00<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
¿DÓNDE ESTABAS…?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
La manida
pregunta mil veces repetida: ¿dónde estabas cuando los misiles cubanos?, ¿dónde
cuando el asesinato de Kennedy?,¿dónde cuando las Torres Gemelas o cuando el 23
de febrero de 1981? ¿Dónde ha estado uno en momentos estelares de la Humanidad?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
Podría
responder a cada una de las preguntas sin equivocarme, y también el lugar donde
me encontraba, con sólo 8 años, cuando la muerte de mi abuelo José; o tecleando
en la Olivetti Pluma 22 una entrevista con Rocío Dúrcal para el dominical de ABC
mientras me anunciaban, 400 kilómetros más abajo, la muerte de mi padre. Lo
recuerdo todo, incluso el miedo, el estupor, el encogimiento por cada uno de
los acontecimientos, como ocurrió aquel 23 de febrero de 1981, hace ya 35 años,
en que me encontraba yo en mi despachito de redactor jefe de la Delegación de La Vanguardia en
Madrid, en el séptimo piso del número 49 del bulevar de Juan Bravo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
La sintonía de
radio Madrid se cubrió de estupor, de estruendo y silencio aquella tarde del 23
de febrero de 1981. En el Congreso recién asaltado se encontraban el redactor
de La Vanguardia José Luis Martínez, <i>Flavio</i>
para muchos de sus numerosos amigos, y Ramón Pi, que se ocupaba de la columna
de opinión desde Madrid.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
Desde el canal
telefónico abierto entre la calle Pelayo de Barcelona, sede de La Vanguardia, y
Juan Bravo, el director, Horacio Sáenz Guerrero, solicitaba apremiantemente noticias,
situación de los acontecimientos y posibilidades de éxito del Golpe que no
estábamos en disposición de aclarar. Más abajo, en la segunda planta de Juan
Bravo 49 se encontraban los estudios de Radio Popular de Madrid, que estuvo
recibiendo información hasta que una orden del capitán Juan Batista,
posteriormente absuelto en el juicio, le bloqueó a la radio la recepción de las
noticias de agencias. En La Vanguardia recibíamos EFE, Europa Press y Logos y procedimos
a proporcionarles los despachos de noticias, ascensor arriba y abajo. <br />
<a name='more'></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
Nunca supimos
la razón de que no nos cerraran nuestra oficina, aunque sí lo intuí. El capitán
Batista, a cargo de la operación Silencio en la zona, solía departir, whisky
mediante, en La Vanguardia, cada vez que entregaban en La Gaceta Ilustrada un
artículo mensual a favor de las reformas que estaba acometiendo el teniente
general Gutiérrez Mellado en pro de la modernización de las Fuerzas Armadas. El
caso es que nadie nos conminó al cierre. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
Horas después,
Horacio Sáenz Guerrero me anunció que habían liberado a la diputada socialista
catalana Ana Balletbó, embarazada de gemelos. No recuerdo cómo llegó hasta la
oficina, pero sí que la acogimos con veneración. Por lo que supusimos después,
ya había hablado con Jordi Pujol y con el Rey. En la Delegación de La
Vanguardia habló con el director del periódico y de nuevo largamente con Pujol.
Finalmente la conduje en mi Seat 1600 Supermiraflori a los apartamentos Goya donde se hospedaba.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
Horas después,
todavía con Madrid infestado de policías y militares, viví una experiencia que
reviví en 1998, con motivo de la lectura de la esquela y la reseña fúnebre del
banquero Alfonso Fierro al que sólo vi una vez en mi vida, si bien en
circunstancias peculiares.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
Como los Coca,
los Aguirre Gonzalo, los March o los Botín, Fierro era un banquero que se
distinguió más que otros o con menos tino que otros en el apoyo al dictador
Francisco Franco. De él sólo tenía vagas referencias, de ahí que cuando en la
madrugada del 23 al 24 de febrero de 1981, me lo encontré sentado en el mismo
despacho al que yo había sido convocado en el Cuartel General del Ejército, en
la Plaza de Cibeles y a escasos trescientos metros de las Cortes tomadas por el
iluminado teniente coronel Tejero, mis cansados sentidos dieron paso a que sólo
el sexto se alertara. Nuestro anfitrión, Manuel Fernández Monzón, entonces
teniente coronel jefe de la Dirección de Relaciones Informativas y Sociales de
la Defensa (DRISDE) y ahora general retirado y polemista, realizó las
presentaciones, nos sirvió whisky en vaso alto y nos acercó una tortilla de
patatas algo apelmazada y cortada en cuadraditos. Les conté las largas horas
vividas en la Delegación de La Vanguardia, la visita de los militares a Radio
Popular, la presencia de Ana Balletbó.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
Les relataba mi historia entre llamadas
telefónicas del piso de arriba, del general Alfonso Armada en persona, y de un
nervioso Luis María Anson, presidente de EFE a la sazón, que inquiría detalles
de la situación. Sólo ellos llamaron
varias veces en las dos horas que estuvimos allí. En esos momentos, Fierro y yo
nos medíamos de reojo y, por lo que supe después, con las mismas preguntas en
nuestros caletres: “¿qué hará aquí este banquero?”, era la mía; “qué pintará
aquí este periodista?”, la suya. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
Yo estaba allí tras una llamada a Monzón
preguntándole por la marcha del golpe de Tejero. Mi relación con él venía de
lejos, de mis tiempos de redactor de ABC. “No hay nada –me dijo--, pero si
quieres un whisky, vente por aquí”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
La relación de Alfonso Fierro y Monzón era
más fuerte y lejana. El primero era el mentor de uno de esos boletines
confidenciales que los empresarios y los políticos solían pagar a precio de oro
la línea para conocer el trasfondo de las noticias económicas y políticas que
la prensa daba con ligereza. Monzón dirigía la aventura. Así que aquella
reunión aparentemente conspirativa sólo estaba ligada por los invisibles lazos
de la amistad. En un momento dado, Manuel Monzón me llevó a una biblioteca de
maderas nobles en las que se apilaban multitud de libros. Alcanzó uno de
formato grande titulado “Mensajes de S.M. el Rey don Juan Carlos I a las
Fuerzas Armadas” y numerado con el 561 de una edición de mil ejemplares. En la primera página libre escribió: “Como
recuerdo de una noche muy, muy especial. ¿Histórica? Pues “chi lo sa” M.
Monzón, 24-II-81”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
Aproveché para preguntarle por la presencia
del banquero y ante una nueva llamada telefónica –”se están escapando algunos”,
nos dijo-- fui al Hotel Palace, enfrente de las Cortes para asistir al final de
la patochada.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
Dos días después recibí una llamada
telefónica. La secretaria me dijo que don Alfonso (sin apellido) quería hablar
conmigo. “¿Quién?”, pregunté, extrañado. “Don Alfonso me ha dicho que es su
compañero de golpe”, me aclaró. Conversamos pues un rato, y más por las
circunstancias de la vida que por un deseo deliberado, nunca más volvimos a
hablar. </div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 25.5pt;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-65126572141373465522015-02-18T01:25:00.001+01:002016-03-07T20:36:40.963+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: "georgia";">LE LLAMABAN AMANECER<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";"> La actualidad argentina, bien por
razones infaustas (“suicidio” del fiscal Nisman), bien por noticias faustas
(seguro que hay un centón), constituye, para quienes tuvimos la suerte de vivir
sus hermosas ciudades, la excusa perfecta para extraer recuerdos, añoranzas o
simplemente vida. Expertos en motejar a los personajes públicos, los argentinos
parecen no conformarse con que una persona tenga nombre y apellidos. El apodo
en Argentina es el reconocimiento de la tribu hacia las bondades o maldades de
un personaje determinado y marca su preeminencia social aunque sólo sea en un
círculo reducido. Algunos de los alias reflejan una realidad: “gordo”, “petiso”
o “flaco”, o “colorado”, éste por el pelo color panocha. Otros son
absolutamente surrealistas, como “Pajarito”, aplicado a un excelente y veterano
periodista de investigación. A Perón le apodaban “el viejo” o “el pocho”; a
Héctor Cámpora, “el tío”; a Carlos Menem, “el turco” o “méndez”, porque
nombrarlo traía mala suerte. En los deportistas renombrados es imprescindible
el apodo, como “el flaco” Menotti, “el burrito” Ortega, “el pibe” Saviola,
Carlos “Lole” Reutemann, “el mono” Burgos, “el cholo” Simeone, o Maradona a
quien motejan “el diego” o “el dios”. </span></span><br />
<a name='more'></a><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJLpg3ELICF4zEzZHxIG8Chd1_BnnGXTbONryymjhLCd_PrRCw4rIbEHnMmJJNIzYXAoyp8sUnWFCQnKhyphenhyphenfwY7bgW15uyAcTMe2KKOqiWwslgbcBlUZOUEnxrS-h5ey4iyDLhy9fO7MQ/s1600/2014-10-23+08.21.00.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJLpg3ELICF4zEzZHxIG8Chd1_BnnGXTbONryymjhLCd_PrRCw4rIbEHnMmJJNIzYXAoyp8sUnWFCQnKhyphenhyphenfwY7bgW15uyAcTMe2KKOqiWwslgbcBlUZOUEnxrS-h5ey4iyDLhy9fO7MQ/s1600/2014-10-23+08.21.00.jpg" width="200" /></a></div>
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">A Eduardo Menem, hermano del Turco,
recién elegido presidente tras la debacle del gobierno de Raúl Alfonsín, le
dieron en motejarlo “Amanecer”, así sin artículo previo, lo que denotaba ya en
sí una anomalía. Fueron meses terribles en los que a la crisis y la
hiperinflación que vivía Argentina por enésima vez se les unía la bisoñez del
singular personaje patilludo en el ejercicio del mando presidencial armado de
una locuacidad probablemente excesiva. El caso es que Eduardo Menem, el
personaje más serio del clan siriolibanés, se dedicaba cada mañana bien
temprano a aclarar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en las radios y las
televisiones lo que su hermano había dicho el día anterior. De ahí “Amanecer”. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">En España no es difícil encontrar
amaneceres floridos debido a la inexperiencia en el ejercicio del cargo público,
a la torpeza de sus líderes o a la ineptitud de los dirigentes, pero el caso es
que el recurso a la hemeroteca es un arma de destrucción masiva para el grupo
que lidere el lenguaraz.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">¿Son necesarios los ejemplos?
¿Recordar las promesas de Mariano Rajoy, líder de la oposición, para cuando
llegaran al poder? ¿Cuántos “amaneceres” se han ido quemando, desde el “Luis,
sé fuerte”, dedicado a Bárcenas, al pago en diferido de María Dolores de
Cospedal hasta el actual<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>portavoz,
Rafael Hernando, pasando por el ínclito y avispado Carlos Floriano haciendo
equilibrios con la caja B del partido? ¿Expurgar los dichos del flamante
secretario general de los socialistas con sus peregrinas propuestas de eliminar
el ministerio de Defensa, negar cualquier posibilidad de pacto con la derecha o
mandar a los infiernos a los imputados… siempre que no se llamen Griñán o
Chaves? Al otro Hernando, a Antonio, “Amanecer” de Pedro Sánchez, se le ve
transpirar a chorros cada vez que ha de “matizar” los dichos de su secretario
general.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">Es lógico que a los líderes en el
poder o a quienes lo tuvier0n y aspiran a recuperarlo se les siga más el apunte
de sus dichos mentirosos o simplemente irreflexivos. Pero a quienes aspiran a gobernar,
como Podemos, también se les empiezan a ver maneras, cositas, detalles que
precisan de aclaración, de puntualización, de apostilla. </span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";"> De momento y se supone
que provisionalmente, Pablo Iglesias hace de Amanecer de Juan Carlos Monedero
en el tema de sus haberes venezolanos, pero ¿quién lo hará del propio Iglesias cuando
“en horas veinticuatro” pasó del bolivarismo a la socialdemocracia nórdica, de
la salida del euro a una Europa fuerte, de los dineros universales a un reparto
más equilibrado y así hasta llegar al centro-centro político?<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">Muchas campañas de imagen van a precisarse
si se pretende que el votante de las variadas elecciones que se avecinan no vea
su voto como un simple papel mojado.<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-4931063167927546632015-02-11T08:16:00.000+01:002016-04-02T11:27:50.058+02:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="color: #003300; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "georgia";">SILENCIO: SE DESPIDE<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<i><span style="color: #003300; font-size: 14pt;"><o:p><span style="font-size: small;"> </span></o:p></span></i><i><span style="color: #003300; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: "georgia";">En
la Cadena Ser, su emisora de radio y la mía,<o:p></o:p></span></span></i></div>
<i><span style="color: #003300; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: "georgia";">han despedido como del rayo a otros siete
redactores,<o:p></o:p></span></span></i><br />
<i><span style="color: #003300; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: "georgia";">con quienes tanto compartía<o:p></o:p></span></span></i><br />
<i><span style="color: #003300; font-size: 11pt;"><span style="font-family: "georgia";">(Con permiso de Miguel Hernández)<o:p></o:p></span></span></i><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;">
<span style="color: #003300; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">Silencio, ni una palabra, no vaya a ser que se
fijen en nosotros y hurguen en nuestra fecha de nacimiento o en el sueldo y
adviertan que ya somos material de derribo. El lunes les anunciaron el
finiquito en la macroempresa intercontinental que configura Prisa Radio a otras
seis redactoras y a un redactor con la excusa de un expediente disciplinario,
presuntamente por haber criticado a la dirección de la Cadena, aunque sus
veinte años de permanencia en la empresa en muchos casos no deja lugar a dudas
del intento de depreciar salarios con el anuncio de nuevas incorporaciones más
jóvenes y baratas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="color: #003300; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">Sus nombres nos han acompañado a los oyentes de la
SER durante años: Ana Guantes, María José Ajejas, Paloma Delgado, Ana Borderas (directora,
Hola, de la Hora Extra), Pilar Vicente, Eduardo Martín y ya al final de la
tarde de la escabechina, Esther Redondo, con quien compartí en los tiempos de
libertad de Telemadrid, con Francisco Giménez Alemán al mando, algún desayuno
que otro en <i>El Círculo a primera hora</i>. Siete despidos que se unen a los
de Cristina López Benedicto y Ernesto Estévez y a los 75 trabajadores
finiquitados en 2014 según informa la Federación de Sindicatos de Periodistas
(FESP)</span></span><br />
<a name='more'></a><span style="color: #003300; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";"><o:p></o:p></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsAO-HFADzqV1mCOI0gVXktbKeXiSoAFNMAVXN-d_Ew56SCx7qLgZqOfPE7WccW40e9zf-wCirRZlbA3_WvPZ5vRuiPb5-M6J_n-JeZO4J4QnBrfvKFymyvwAwn8H9Ta7De8D-aob9Bg/s1600/Logo+de+la+SER.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsAO-HFADzqV1mCOI0gVXktbKeXiSoAFNMAVXN-d_Ew56SCx7qLgZqOfPE7WccW40e9zf-wCirRZlbA3_WvPZ5vRuiPb5-M6J_n-JeZO4J4QnBrfvKFymyvwAwn8H9Ta7De8D-aob9Bg/s1600/Logo+de+la+SER.png" /></a></div>
<span style="color: #003300; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">Es evidente que el dicho periodístico <i>Perro no
come perro</i> no va con los jefes responsables de los despidos, también
periodistas en su mayoría (allá arriba -¡ay!- Juan Luis Cebrián). Como tampoco
fue con el primer ERE obligatorio y barato (ya entonces 20 días por año
trabajado) perpetrado en 1999 hasta 2002 (conforme se cumplían 57 años) y
trabajosamente elaborado por la entonces Gerencia en el restaurante de una
calle adyacente entre listas de prejubilables y un Villagodio marca de la casa.
Fuimos 146 los prejubilados obligatoriamente<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>ante el silencio culpable de un sector predominante de los sindicatos
contra el parecer de UGT. El primer ERE de los muchos que asolarían después al
Periodismo nacional. Uno de los prejubilados, Fernando Castelló, a la sazón
presidente de la organización internacional <i>Reporteros sin Fronteras</i> y
ya fallecido, escribió un memorable artículo en El País bajo el título <i>Jubilados
al amanecer </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que concluía así:<o:p></o:p></span></span><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "georgia"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">“No obstante,
últimos de Filipinas de una moda que pasa, los 146 mayores de 54 años de Efe
hemos sido condenados a muerte generacional por la actual dirección, que nos
paga los servicios prestados a la empresa desde puestos a menudo directivos y
el formar parte de su memoria histórica con un ultimátum de jubilación
anticipada forzosa y mezquina.<o:p></o:p></span></i><br />
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "georgia"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Si, en la
línea trazada por el hoy secretario general del PP, el nuevo ministro de
Trabajo, Manuel Pimentel, no nos indulta(…), compareceremos al amanecer de
cualquier día de este gélido febrero ante un pelotón de jubilamiento formado
por la actual Dirección de la agencia.”<o:p></o:p></span></i><br />
<span style="font-family: "georgia"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">No hubo indulto
alguno. Miguel Ángel Gozalo era a la sazón el presidente-director general, aunque
después llegaron nuevos ERE y otros presidentes y prosiguió la sangría
incesante, aunque eso sí, “voluntaria”. Una moda que se extendió después con la
crisis a todos los medios de comunicación, grandes y pequeños, incluso muy
grandes, como el Grupo Prisa, del que nunca se hubiera esperado. Más de 11.000
periodistas despedidos en toda España desde 2008, de los que 5.500 lo fueron
solamente en Madrid, son datos que demuestran que el periodismo es una
profesión de alto riesgo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "georgia"; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Así que en este
gélido mes de febrero de 2015 han sido periodísticamente ajusticiados siete
excelentes profesionales en medio del silencio culpable y acollonado de una
profesión (y una Asociación y una Federación) que se sabe carne de paredón y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jubilable</i> o desechable a cualquier hora
del día, pero especialmente, al amanecer. <o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;">
</div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-17042275439958451912015-02-09T18:11:00.000+01:002015-02-11T09:39:49.476+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: Georgia;">CONSPIRACIONES Y OTROS DIVERTIMENTOS<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">Lo inquietante de la obsesión
conspiranoica es que una vez bien elaborada la teoría y bien armada, tiene
tantos visos de certeza como la realidad misma, incluso más, por mucho que se
aleje de la veracidad de los hechos que reescribe. Para un número no menor de
los estadounidenses el hombre nunca llegó a la Luna. </span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;"><a name='more'></a>Realmente el pretendido
alunizaje lo dirigió Stanley Kubrick en un estudio de cine cerca de la NASA.
Para otros, el trío que se dirigió a la Luna no fue el primero en llegar:
colonias de extraterrestres se esparcían por el suelo lunar y construcciones
abandonadas daban fe de la llegada de otras civilizaciones. ¿Las pirámides de
Egipto? ¿Pero alguien alberga aún alguna duda de que fueron obra de una
civilización de más allá de la constelación de Orión. Igual que los mayas y su
inhumana (por no parecerse a ninguna otra organización coetánea) civilización. ¿Paul
Mcartney? Pero, hombre de Dios, el verdadero murió asesinado en 1966 a causa de
un malentendido con el MI5 británico, ¿o no lo sabía? ¿Elvis Presley?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Anoche estuve cenando con él, no joda. <o:p></o:p></span></span><br /></div>
<div align="left" class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">Y lo de la embajada israelí en Buenos
Aires y su conversión en escombros primero y luego en plazoleta, si quiere se
lo explico. Todo tiene que ver con un presidente siriolibanés argentino, Carlos
Menem, el de la Ferrari Testarossa, que incumplió un pacto con el anterior
presidente sirio Hafez el Asad, y con el traficante de armas arraigado en
Marbella, el sirio de Yabrud, Monzer al Kassar. El incumplimiento del pacto
ocasionó el atentado contra la embajada de Israel, donde murieron cerca de una
treintena de personas, y la muerte en extrañísimo accidente de helicóptero del
único hijo varón de Menem, Carlitos, en 1995. ¿Claro como el agua, vio? <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">¿Y lo de Kennedy? Bueno, bueno. Eso
es para mear y no echar gota. ¿Pero todavía alguien cree que fue Oswald el
asesino?<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">¿Y lo de los trenes madrileños del
11-M y sus 200 muertos y un millar de heridos? Nada, nada, la reivindicación de
Al Qaeda falsa de toda falsedad. No fue un acto de terrorismo yihadista, y
tampoco -¡pobre Aznar, pobre Rajoy!- una desesperada brutalidad de ETA de las
muchas que ha venido perpetrando en su deleznable paso por la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>historia de la infamia; ni tampoco una
añagaza del sibilino Alfredo Pérez Rubalcaba, quien negó siempre que hubiera
iniciado los SMS convocando a congregarse ante la sede del PP (luego vino, hace
nada, Pablo Iglesias, a decir que fueron él y los suyos los generadores de la
indignación popular. Qué tíos)<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">Lo de los trenes fue una venganza de
los servicios secretos franceses y marroquíes, con Jacques Chirac y Mohamed VI
de impulsores, por la machada aznarista del islote Perejil, menos de dos años
antes. Sin ninguna duda. Aparece escrito en un libro francés de 2006, </span><i><span style="color: #333333; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">Quand
le Maroc sera islamiste,</span></i><span style="color: #333333; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;"> escrito por los periodistas
Catherine Graciet y Nicolas Beau,<i> </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">y
nadie lo ha desmentido, así que usted dirá. Y ahora mismo se acaba de publicar
sólo en árabe<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Marruecos-España vecindad
cautelosa” del </span></span><span style="color: #333333; font-size: 14pt; line-height: 150%;">periodista marroquí Nibal Driouch</span><span style="color: #333333; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-style: italic;"> que viene a incidir en la misma teoría: la insufrible relación entre
la prepotencia de José María Aznar y la desconfiada soberbia del Rey moro. ¿A
que eso explicaría mejor, por un quítame allá un islote, el mayor atentado
terrorista de origen islamista perpetrado en Europa, seguido de la mayor
inmolación suicida de un colectivo musulmán en Occidente? <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia;"><span style="color: #333333; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-style: italic;">Es que todo casa. ¿Y lo de Al Qaeda? No haga caso,
maniobras de distracción. ¿Y la contumaz conspiranoia del diario español “El
Mundo”? ¡Ah, querido amigo, esa ya es otra historia!</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p><span style="font-family: Georgia;"> </span></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-10521800865020484842015-02-02T19:12:00.000+01:002015-02-11T09:34:08.016+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">PONGAMOS QUE ES UN MILLÓN<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Otra vez a vueltas
con el recuento y el fervor de los adictos. El anuncio del partido Podemos asegurando
urbi et orbi que pensaba llenar la Puerta del Sol de Madrid llevó a pensar que
se trataba de un aviso con timidez incorporada. Porque la plaza se llena en un
suspiro. A tres personas por metro cuadrado no se llega a los 35.000
manifestantes. </span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;"><a name='more'></a>La visión aérea de la manifestación del 31 de enero, sin
embargo, mostró zonas donde no cabía ni un alfiler y otras en las que las fotografías
mostraban densidades entre los tres asistentes por metro cuadrado, los dos y el
uno y medio de Cibeles. El diario El País, experto en aguarles la fiesta a los
convocantes de manifestaciones que terminaban dando cientos de miles de
asistentes a concentraciones que no habían pasado de 30.000, calculaba la
afluencia a la gran exhibición de Podemos, en la que los organizadores
estimaron en 300.000 los enfervorizados asistentes, en 153.000 personas, en
contra también de los cálculos de la Policía Municipal que tiraban por lo bajo.<o:p></o:p></span></span><br /></div>
<div align="left" class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">Pero es que 150.000 personas, más de estadio
y medio del Bernabéu, son muchas personas y una convocatoria que las congregue alcanza el éxito.</span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">La obsesión por el millón o el medio
millón de personas en cualquier manifestación que se precie viene persiguiendo
a la sociedad madrileña desde los tiempos en los que a Franco no lo aclamaba
menos de un millón de enfervorecidos adeptos ni de broma. El primero de octubre
de 1975, apenas tres meses antes de su fallecimiento, los medios de
comunicación cifraban en un millón el número de manifestantes que lo vitoreaba
frente a la ola internacional de protestas por los fusilamientos del 27 de
septiembre. Fue la última ocasión en que se escuchó el “mantra” del contubernio
judeo-masónico como pertinaz enemigo de España. Sin embargo, aquel millón de
manifestantes que todos daban por bueno alcanzaba con dificultad los 140.000
adictos y ello porque tanta gente junta suele producir una impresión de enorme multitud
difícilmente cuantificable. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">La plaza madrileña más deseada para
el gentío desde antes incluso de la proclamación de la Segunda República tiene
una superficie total de 11.500 metros cuadrados, que con las estatuas, los
kioscos, el monstruoso caparazón del metro y otros obstáculos puede albergar
32.000 agobiados manifestantes, si son tres por metro cuadrado, o 40.000 en el
caso de que no quepa un alfiler como sucedió el sábado. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">Ocurre que a nadie le interesa la
verdad. El millón suele ser esgrimido por los organizadores de cualquier acto
multitudinario que se celebre en Madrid sea cual sea su tinte político para no
ser menos que el adversario. A la Policía Municipal que ejerció durante un
tiempo de contrapeso a tanto cálculo a voleo vino a ayudarla una empresa especializada
en medición de aglomeraciones que se convirtió en la pesadilla de los convocantes…
hasta que la crisis o el malestar por sus magros recuentos, indiscriminados a
derecha e izquierda, obligaron a la empresa a echar el cierre como una nueva
evidencia de que la primera víctima de una manifestación, como en la guerra, sigue
siendo la verdad y no las farolas.<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 14.2pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p><span style="font-family: Georgia;"> </span></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-89264510154688806472015-01-29T10:42:00.002+01:002016-03-07T21:03:59.950+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: "georgia";">LA INSOPORTABLE IMPUNIDAD DE LA CORRUPCIÓN<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">Posiblemente sucediera en la
promoción de alguna película reciente, quizás en la cinta “Jauja” que relata
episodios de la matanza de indios en la Patagonia argentina, eufemísticamente
llamada “la conquista del desierto”. En ese acto, o en una entrevista de
promoción, el actor estadounidense Viggo Mortensen señaló que lo peor de la
situación española no era tanto la corrupción sino su insoportable y persistente
impunidad. </span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";"></span></span><br />
<a name='more'></a><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">Me llamaron estas declaraciones especialmente la atención por
proceder de una persona inteligente que había pasado muchos años de su vida en
Argentina donde aún persiste, como una odiada referencia para las mentes
honradas, una cruel impunidad ante delitos y corruptelas de imposible
ocultación (caso de los atentados contra la embajada de Israel, la AMIA judía y
el suicidio─asesinato del fiscal Alberto Nisman)<o:p></o:p></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8m1UcQzRzcNi_2Wv2g_rOgxDipM4Tprvh9ZYJrt7NouW19Rud5nNFOwMPP2JH2gBC4wyfv84X8x5qzyHg6npR63ZBVp15EVPLefOOEJRv8FTmGa-0JqG1PXcX4NdasVlFW-evQh28zA/s1600/Nisman.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="122" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8m1UcQzRzcNi_2Wv2g_rOgxDipM4Tprvh9ZYJrt7NouW19Rud5nNFOwMPP2JH2gBC4wyfv84X8x5qzyHg6npR63ZBVp15EVPLefOOEJRv8FTmGa-0JqG1PXcX4NdasVlFW-evQh28zA/s1600/Nisman.jpg" width="200" /></a></div>
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">Pero tenía razón el protagonista de
El Señor de los Anillos y de El Capitán Alatriste. Como en los países de su
entorno, siempre ha habido episodios de corrupción en España. Basta echar un
vistazo a los cuarenta años de franquismo en el que el estraperlo era lo más
suave que ocurría en una sociedad en la que se imponía el silencio de los
cementerios, pero desde la ley del Suelo del gobierno de Aznar pareció que se
decretaba la barra libre para cualquier tipo de entuertos. <o:p></o:p></span></span><br />
<div align="left" class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">Una ley por permisiva que sea no
genera corrupción, pero sí allana el camino de los corruptos para encontrar los
resquicios necesarios que les permitan aplicarse a su tarea. En este caso de la
burbuja inmobiliaria, los afanes y el enriquecimiento se produjeron en medio de
una insoportable y persistente impunidad. Alcaldes y concejales de Urbanismo,
funcionarios de Diputaciones y consejeros de Comunidades Autónomas, hasta cerca de un millar de imputados, inflaban sus
bolsillos ante el alborozo de quienes gozaban de recalificaciones de terrenos o
volúmenes de edificación insensatos, y en medio de la complacencia del sistema
financiero, bancos y cajas, que disfrutaban de la francachela y los alboroques
de sus clientes.</span></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjP0QnKe75L-25_BWLX7x1jCxnui-I192yVWiJ8xb9ZvB1mRAByeJlkr4j6qcQkjJxVGolkGj3YheO6dWwW8vQzDWZsZ8k2Y_PFs_uPvcYn5ohmGUI92jEI4by1QB49dmz67UI0kCVbog/s1600/Esquela+corrupci%C3%B3n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="125" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjP0QnKe75L-25_BWLX7x1jCxnui-I192yVWiJ8xb9ZvB1mRAByeJlkr4j6qcQkjJxVGolkGj3YheO6dWwW8vQzDWZsZ8k2Y_PFs_uPvcYn5ohmGUI92jEI4by1QB49dmz67UI0kCVbog/s1600/Esquela+corrupci%C3%B3n.jpg" width="200" /></a><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">La larga y profunda crisis económica,
como un tajo de arma blanca en el cuerpo social de este país, dejó ruina y
miseria por doquier, urbanizaciones fantasma como ruinas de una guerra, empresas
auxiliares del sector de la construcción cerradas, desempleo rozando la
obscenidad y la evaporación del sueño colectivo del bienestar, la solidaridad y
la justicia. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">La crisis y su permanencia ha
generado una profunda sensación de asco ante las recurrentes historias de
corrupción que ya sin aplausos han ido aflorando conforme los jueces se han
aplicado a adecentar esta sociedad: dirigentes políticos con fortunas en el
extranjero, pandillas de golfos que tomaban los consejos de administración
públicos como fincas privadas, partidos políticos horadados como madrigueras de
conejos, instituciones del Estado con porquería bajo sus alfombras… Aunque la
experiencia asegura que es el hombre el único animal que tropieza en la misma
piedra, puede que pasen años antes de que se borre de la memoria colectiva los tiempos
de vino y rosas en que se jaleaba a los corruptos como benefactores de la
sociedad. <o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 17pt;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-74749570016237359412015-01-26T12:28:00.000+01:002016-03-07T20:39:46.254+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: "georgia";">PODEMOS: SUSTO O MUERTE<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";"> Atentos a la pantalla: de aquí a las
elecciones generales del Reino de España nos van a pasar y repasar la película
una y otra vez para tratar de convencernos de que tras el triunfo de la
coalición de izquierdas Syriza en Grecia le toca el turno a España con la
llegada al poder de esa excrecencia del 15─M y de </span></span><span style="font-family: georgia; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Izquierda Unida que es el
Podemos de Pablo Iglesias y de la Sexta, cuya aparición ha generado una
expectación semejante a la de los socialistas sevillanos de la década de los 70,
aunque nada tengan que ver el tiempo ni los personajes. Aquéllos estaban
entrenados en el día a día de la política, perdiendo elecciones para después
ganarlas. Éstos han salido de las aulas, las asambleas y los dossiers, y aún
tienen que fajarse con la política cotidiana, al menudeo.</span><br />
<a name='more'></a><br />
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyJHPuTunvjevmyWJbvVr7eGzXNAM1rdleDMzVGftUFGZMQ-7VPN2yd1iFnOSI3rZ6Uefyk-Zf35UHI0wYcMfB5B28Bg_QfGcpuBuc7ImhmA_6hevjrjDUocLw3OJBq9za2oYKB6_TuQ/s1600/Tsipras-Iglesias.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyJHPuTunvjevmyWJbvVr7eGzXNAM1rdleDMzVGftUFGZMQ-7VPN2yd1iFnOSI3rZ6Uefyk-Zf35UHI0wYcMfB5B28Bg_QfGcpuBuc7ImhmA_6hevjrjDUocLw3OJBq9za2oYKB6_TuQ/s1600/Tsipras-Iglesias.jpg" /></a> <span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">Como un bucle sin fin, se nos
alertará desde un lado y su contrario de la inevitabilidad del triunfo de
Podemos. Desde el Partido Popular de Mariano Rajoy para asustarnos por la
llegada de los bolivarianos, los chavistas, los brujos caribeños, al gobierno
de una España encastrada en Europa y a años luz de Venezuela, Nicaragua o
Ecuador. Desde Podemos ─tic-tac, tic-tac─ <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para ofrecernos la muerte del bipartidismo al
uso, de la Transición, de la Constitución monárquica y parlamentaria. Tabla
rasa. Susto o muerte.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: "georgia";">¿Y en medio? Al PSOE se le da por desangrado,
a Izquierda Unida por desaparecida, a UPyD por fagocitado por Ciudadanos. El
juego del todo o nada. Del susto por la ciclogénesis explosiva que se adjudica
a Podemos que, como las que anuncian de vez en cuando en la TVE 1, pueden
quedar en nada. En las golosinas que reciben los niños en la fiesta de
Halloween, antes de Todos los Santos, cuando conminan a los vecinos con el
grito de guerra: “¡Susto o Muerte!”. También yo prefiero un caramelo.<o:p></o:p></span></span>Unknownnoreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-92152492114254240942015-01-22T08:50:00.000+01:002015-01-28T09:26:25.192+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: Georgia;">EL FISCAL NISMAN MURIÓ LA VÍSPERA<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">Se podría parafrasear al Zavalita de
“Conversación en la Catedral”, de Vargas Llosa, y preguntarse: “En qué momento
se jodió la Argentina”? El peronista Carlos Menem, presidente argentino de 1989
a 1999, solía decir ante acontecimientos que podían irse de las manos o
simplemente imprevisibles la frase “Nadie muere la víspera”. Pues bien, en otro
sentido, el fiscal federal Alberto Nisman, sí murió la víspera, la víspera en
que debía probar ante el Congreso argentino sus acusaciones contra la
presidente Cristina Fernández de Kirchner y otros altos cargos del kirchnerismo
por sus presuntas componendas con el régimen iraní a raíz del atentado contra
la Asociación Mutualista Israelita Argentina (AMIA) que costó la vida de 85 personas
en 1994. El que está considerado el mayor atentado terrorista de la historia
argentina estuvo precedido, dos años antes, por el ataque contra la embajada de
Israel en Buenos Aires que convirtió en escombros la legación y causó la muerte
de 29 personas. Ambos atentados, perpetrados durante la presidencia de Menem, quedaron
impunes pese a que las sospechas se dirigieron siempre contra el régimen de los
ayatolás iraníes. <o:p></o:p></span></span></div>
<a name='more'></a> <span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">Si algo entretenido tiene Argentina
es que por cerca que se encuentre del abismo y por graves que sean los
acontecimientos rápidamente se dispara una enredadera de conjeturas,
suposiciones, teorías conspirativas y acusaciones, todas ellas aparentemente
tan bien fundadas que pueden pasar 20 años del atentado contra la AMIA o 22
contra la embajada de Israel sin que se sustancien responsabilidades ni se
detenga a los culpables como un ejemplo sublime de impunidad. Y en el centro de
la maraña, un nombre paraliza incluso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a
quien los dice: “los Servicios”, entendiéndose por tales los servicios de
inteligencia, normalmente enfrentados en facciones y tan poderosos que
constituyen el verdadero poder en la sombra de todo el entramado de poderes e
intereses. Un poder al que hay que añadir un comensal voraz: el creciente
protagonismo del narcotráfico.<o:p></o:p></span></span><br />
<div align="left" class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">Conforme pasan las horas, a la
población argentina le van quedando cada vez menos dudas de que el fiscal
federal Alberto Nisman, encargado por el anterior presidente, Néstor Kirchner,
de desenredar la madeja del atentado contra la AMIA, fue “suicidado” o inducido
al suicidio en un episodio en el que se aúnan una serie de indicios y torpezas
de difícil calificación: la petición a un colaborador (de los Servicios) de una
pistola calibre 22 dos días antes; la ausencia de rastros de pólvora en las
manos; la lista de la compra para la empleada; las horas transcurridas entre
los intentos de sus escoltas en abrir la puerta del apartamento y el
descubrimiento del cadáver; la presencia del secretario de Seguridad en el piso
del “suicida” antes que jueces y forenses; las declaraciones del cerrajero sobre la facilidad para abrir la puerta de servicio; el pasadizo del aire acondicionado... Da la impresión de que las cosas se
hubieran hecho deliberadamente mal para culpar a determinados sectores del
Gobierno o de los Servicios.<o:p></o:p></span></span><br />
<div align="left" class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;">Aparte del propio Nisman y su familia,
han sido la presidenta, el Gobierno y la fe en las instituciones los grandes
perdedores de este cúmulo de dislates que echa de nuevo a la sociedad argentina
en el diván del psicoanalista para indagar las razones de tanta miseria en uno
de los países más hermosos de la Tierra. Un país en el que recurrentemente siempre hay alguien que dice: "La única salida posible a esta situación es... el aeropuerto de Ezeiza." </span></span><br />
<div style="text-align: left;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5906446144581339346.post-25892942076541373262015-01-19T07:30:00.000+01:002015-01-28T09:25:46.141+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: center; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span><o:p><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">EL SEGUNDO MANDAMIENTO<o:p></o:p></span></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia;"></span><br />
<span style="font-family: Georgia;"></span><br />
<span style="font-family: Georgia;"></span><br />
<span style="font-family: Georgia;"><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: left; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">Un amigo musulmán que miró con
disgusto mi post sobre la revolución de los lápices me advirtió de que el sólo
hecho de haberlo ilustrado con la portada de Charlie Hebdo ya era en sí una
blasfemia para una religión que prohíbe cualquier representación de Alá y su
profeta. Tampoco el judaísmo permite la imaginería divina, ni el protestantismo
cristiano. De las grandes iglesias, sólo la católica romana y la ortodoxa
mantienen el culto y la veneración a imágenes divinas y del santoral. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: left; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><br />
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><a name='more'></a></span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">Lo que tienen en común todas ellas es
la prohibición de tomar el nombre de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Dios en vano, el segundo mandamiento de las Tablas de la Ley. No
blasfemar, en suma, bajo pena de infierno o sencillamente por respeto a las
creencias del interlocutor, aunque haya legislaciones presuntamente laicas o
aconfesionales, como la española, que deciden meterse en camisa de once varas
en la represión civil de insultos religiosos y redactan un artículo 525 del
Código Penal tan riguroso que con buen criterio no aplican ni jueces ni
fiscales en esta España presuntamente aconfesional.<o:p></o:p></span><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: left; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">Me apresuro a distinguir la sátira
literaria, abrazada por grandes escritores desde Petronio, Marcial y Juvenal a
nuestros Arcipreste de Hita, Quevedo, Larra o Valle Inclán, de la blasfemia,
sobre todo la intemperante, soez e invasiva. Pero la sátira bien utilizada
puede herir de muerte a quien la padece. El padre de mi amiga Loreto de Buenos
Aires, ante expresiones de befa y escarnio, le solía decir: </span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">"La
burla es la peor de las injurias y la que menos se perdona"</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: left; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><br />
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"></span><br />
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"></span><br /></div>
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaEOHZsaQSefCmTAo0s2ihWxcVOZ73XE2vjpX2U2BZ3rsEP98lSJUgOvpgNJTZSZ2jvmpnGU2iiU5d5Xgva2Yj4DEeyuMyti1lD1UIL0qs3HtPNIJOKNsldwCAX34zd1TG1AADUJlo1w/s1600/2014-10-23+08.21.17.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaEOHZsaQSefCmTAo0s2ihWxcVOZ73XE2vjpX2U2BZ3rsEP98lSJUgOvpgNJTZSZ2jvmpnGU2iiU5d5Xgva2Yj4DEeyuMyti1lD1UIL0qs3HtPNIJOKNsldwCAX34zd1TG1AADUJlo1w/s1600/2014-10-23+08.21.17.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">En los años 60, en una España en la
que el nacionalcatolicismo campaba a sus anchas y se empezaba a atisbar una
cierta salida a la hambruna de la posguerra, me tocó trabajar un tiempo en las
oficinas de una cerámica de ladrillo, autentica antesala del infierno por sus
terribles condiciones laborales. Cubiertos apenas con camisetas de tirantes que
algún día fueron blancas, los trabajadores empujaban vagonetas de ladrillo desde
los sesenta o cien grados centígrados de los hornos hasta la temperatura
ambiente del exterior que en invierno apenas superaba los cinco grados. Eran
hombres nervudos, flacos y broncos, silicóticos en su mayoría, con pulmones
tapizados como geodas por la carbonilla, la nicotina y la arcilla en
suspensión. <o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: left; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">Bajo techado, unos carteles avisaban
en letras mayúsculas “Prohibido blasfemar bajo multa de cinco pesetas”, una cantidad
respetable en aquel entonces. Días hubo especialmente rigurosos que las
blasfemias revoloteaban sobre las hornillas de los fogones y solía haber algún
hornero (casi siempre el mismo) que entraba en la oficina, depositaba un duro
en la mesa y soltaba una sonora blasfemia con la que nos quería espantar a los
escribanos. Terminado el rito, se le retenía la moneda durante la jornada y se
le devolvía a su término hasta nuevo hartazgo del personal. Aquel hombre
blasfemaba para no tener que matar al dueño de la fábrica o ciscarse en el
glorioso movimiento nacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: left; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">Fuera de casos tan comprensibles por
la hartura que representan, tengo para mí que gran parte de las palabras
blasfemas que surgen en un tajo, en el juego del julepe o en el chamelo, son
como comas de una frase, sin la mala intención que podría suponérseles. Los
españoles solemos adobar con tacos (garabatos en Chile o malas palabras en
Argentina) las conversaciones entre los que se incluye alguna referencia al dios
de los cielos o al pan de los cristianos. Pero suelen ser, por lo común, una
coma, un respiro, un simple enlace entre palabras, sin la expresa intención de
insultar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: left; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">En las redes sociales se ha impuesto
por ejemplo escribir ostia sin hache, y no por falta de ortografía sino para
descargar la palabra de su connotación religiosa. Podría afirmarse que existe
en determinados casos un curioso cuidado en la utilización de la blasfemia para
que no resulte estridente ni siquiera a quien la profiere.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: left; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">Es lógico que el papa Francisco exija
contención en los insultos a las divinidades puesto que él es su presunto
representante en la Tierra, pero más que una limitación a la libertad de
expresión, viene a ser un problema de educación y respeto, lo que en tiempos lejanos
se llamaba urbanidad. Un ámbito religioso y de convivencia en el que no tienen
cabida las amenazas, los castigos o los anatemas emanados de la legislación
civil contra una irrenunciable libertad de expresión. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: left; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span><span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;">Por si acaso, le dedico a mi amigo
marroquí la ilustración de este post, espero que aséptica, aunque ese tirabuzón
cayendo sobre los tejados de Madrid pueda interpretarse torcidamente en plan de
ver en él, no sé, el dedo de Dios, de Yahvé o de Alá. O la escala divina para escapar
cualquiera de los tres del cielo. Pero nada que ver: es una nube, una simple y
hermosa nube fotografiada en la amanecida del 23 de octubre del año pasado
desde la habitación de una clínica madrileña. Sin más “Je suis…” que valga. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: center; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: center; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: center; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: center; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span></div>
</span><br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: center; text-indent: 25.5pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-indent: 25.5pt;">
<span style="font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p><span style="font-family: Georgia;"> </span></o:p></span></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: center; text-indent: 25.5pt;">
</div>
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