DEL SEXO DE LAS PALABRAS CON EL ATLÁNTICO DE POR MEDIO
A finales de
los noventas se organizó en Chile una cultural gresca con motivo del
significado que la Real Academia Española adjudicó a la voz “Antofagasta”, nombre
de la capital de la segunda región de Chile, al norte del largo y estrecho
país. La definición de “persona que en una tertulia o café desentona o
fastidia” aplicada a la voz aymara “salar grande” enconó tanto el nacionalismo
chileno ─que por sí solo se basta sin tener que acudir a ayudas exteriores─ que
la Academia decidió no incorporarla en su siguiente edición.