martes, 26 de febrero de 2013


A CABALLO

Va a resultar que el continente con mayor seguridad alimentaria derivada de aquel episodio de las vacas locas, que más que locas parecían ebrias por la Encefalopatía Espongiforme Bobina (EEB) que les había agujereado el cerebro; el continente que pudo detener la amenaza de la gripe aviar; el campeón de la trazabilidad de los alimentos; el enemigo de la comida rápida al estilo norteamericano se ha visto invadido por una epidemia de carne de caballo y como la primavera que cantaba Luis Mariano, “ha venido y nadie sabe cómo ha sido”.
            Nos quieren hacer creer que fue un cúmulo de errores el que ha llevado a veinte naciones, diecinueve europeas, a detectar primero trazas, después ADN equino y al final carne de caballo sin paliativos. La que nos hemos comido creyendo que era carne de vaca en las pastas frescas de los supermercados, en las lasañas, en las empanadillas, en las hamburguesas e incluso en las albóndigas de IKEA. ¿Cuánta carne equina no habremos comido a base de albondiguillas suecas?
          

jueves, 21 de febrero de 2013

LA MANO DE DIOS
              No sean ustedes descreídos. No puede ser que Dios se cansara de echar una ayuda a los mortales una vez que impulsó la manita de Diego Armando Maradona sobre el balón que le valió a Argentina la victoria ante Inglaterra en el Mundial de México de 1986 y a tan peculiar futbolista el mote de “la mano de Dios”. Podría asegurar sin caer en el error que ahora no más parece haber resucitado el impulso digital en el corazón de un político gallego. Así son las cosas.            
             Quizás nada haya sido más beneficioso para el bien común y el porvenir de nuestro país que el nombramiento de Alberto Ruiz Gallardón como ministro de Justicia. Ninguna lluvia de bienes puede superar el acierto de una decisión como la que tuvo a bien adoptar el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en lo tocante a la titularidad del Ministerio de Justicia. Ahí demostró Rajoy su acrisolada genética gallega.      

viernes, 15 de febrero de 2013


LA CANCIÓN DE LA TIERRA

No nos dejan en paz ni se conceden un minuto de silencio para permitirnos escuchar en calma la canción de la Tierra. Pareciera que a nuestros políticos les hubiera atacado el virus del ensimismamiento para dedicarse sólo a sí mismos. Basta con que a unos les obliguen a despelotarse para que inmediatamente hagan de la necesidad virtud y obliguen a los demás a seguir la senda del nudismo con argumentos peregrinos de patio de colegio. Es suficiente con que pillen a unos en flagrante corrupción para que salgan esparciendo miserias, como si la podredumbre colectiva justificara sus dineros mal habidos o sus espionajes o sus ingresos de cantidades indecentes en momentos en que cinco o seis millones de parados se ven obligados a rozar la legalidad cuando no a transgredirla para poder llegar al lunes siguiente. Millones de trabajadores descansan al sol no los lunes ni los martes sino semanas enteras, calentándose el caletre en busca de unas migajas de futuro, mientras asisten al obsceno espectáculo de una casta echándose encima sus nóminas en bruto o en neto, en A o en B.
           

jueves, 14 de febrero de 2013


EL DÍA QUE MURIÓ PABLO NERUDA (y II)

Neruda será exhumado 40 años
después de su muerte
(De los periódicos)

            Vencida ya la tarde, Matilde accedió a remover del todo el recuerdo de las últimas horas de Pablo no sin resistirse a algunos detalles. “A eso no le voy a responder; no me sea usted malulo”, decía, empleando un adjetivo que el periodista no volvió a escuchar en su vida:
            “Después se fue toda la gente [de la clínica], porque el toque de queda era a las seis de la tarde. Comenzó a delirar. Era un delirio maravilloso, como si los recuerdos de cuando nos conocimos volvieran a nosotros. Luego, sin transición, pasó de ese momento de dulzura a una excitación completamente febril. Gritaba, repetía todo lo que le habían dicho los amigos que le habían visitado en mi ausencia. Lo vi tan exaltado que llamé a una enfermera, como a las doce y media de la noche, que le administró un calmante. Empezamos a conversar más calmados, y se durmió.
           “Al otro día llegó el doctor y le dije: ‘Pablo no ha despertado a tomar el desayuno. Es muy raro porque él despierta muy temprano’. Él me miró, pero no dijo nada. Yo creo que sabía que no iba a despertar más. Estuvo todo ese día durmiendo, y a las diez y media de la noche veo que hace un gesto extraño, Pablo, como que separaba las ropas o algo así. Y pasó de ese sueño a la muerte. Se durmió”.
           

lunes, 11 de febrero de 2013


EL DÍA QUE MURIÓ PABLO NERUDA (I)

 Neruda será exhumado 40 años
después de su muerte.
(De los periódicos)     

     Lo que más lamentarán los restos de Pablo Neruda cuando los exhumen por orden del juez será separarse de los de Matilde Urrutia, su tercera esposa, tan a gusto como reposan desde 1992 hombro con hombro en Isla Negra, bajo el tinglado de maderos con las campanas de avisos de algún barco desguazado y frente al océano Pacífico. Puede que todavía mantengan el rito que practicaban a diario: besarse en el momento en que el Sol desaparecía por el horizonte. Paradoja sobre paradoja, porque ni Isla Negra es una isla, sino lugar costero; ni el Pacífico es calmo, sino bravío y pendenciero como marinero ebrio. Pero allí se encuentran los amantes, la pareja a la que Salvador Allende no dudó en calificar como la más romántica de su generación, frente al mar y bajo la Cruz del Sur. Los huesos de Matilde sentirán un escalofrío con la separación, como aquella tarde del 31 de mayo de 1976 en Madrid en que una hermosa sexagenaria, capaz aún de enamorar hombres a manadas, le hablaba quedo al periodista, envueltas sus palabras en la música ambiental de aquel hotelito de Serrano, a apenas diez mil kilómetros de un Augusto Pinochet en la plenitud de su tercer año triunfal.


miércoles, 6 de febrero de 2013

ÁNGEL SANCHÍS Y UN DEPARTAMENTO EN BUENOS AIRES
Puede que la fecha en la que conocí a Ángel Sanchís Perales, a la sazón diputado nacional del Partido Popular, se situara a finales de 1989 en alguna recepción de la Embajada de España en Buenos Aires y es probable que nos presentara el entonces embajador, Raimundo Bassols. Durante aquella primera conversación, Sanchís se debió de divertir ante mi desconocimiento de la política española tras casi dos años de estancia en el país austral. En España había periódicos que referían alguna cacería de Manuel Fraga, fundador y presidente de Alianza Popular, en Argentina, pero hasta que no conocí a Sanchís no supe que donde cazaba Fraga Iribarne todo lo que se movía y volaba era en la finca del diputado popular.

En los corrillos de los empresarios residentes en Buenos Aires se aseguraba que La Moraleja (en aquel tiempo desconocía su nombre) era una finca de 600.000 hectáreas, la mitad de las cuales permanecía salvaje y la otra mitad se estaba convirtiendo en una de las mejores y más productivas fincas del Cono Sur americano. Adquirida a finales de la década de los 70 con dinero procedente, al parecer, de la venta de Nuevo Banco que el avispado político valenciano poseía en la península. Desconozco el destino de esas 300.000 hectáreas salvajes, pero no me extrañaría que continuaran formando parte de la familia Sanchís. Explotada en la provincia norteña de Salta, se aseguraba entonces que su propietario viajaba a ella en un avión que aterrizaba en la pista que había construido al efecto.


lunes, 4 de febrero de 2013


MANUAL DE CORRUPCIONES

Que no cunda el espanto por mucho que el espectáculo nos resulte descarnadamente obsceno. Puede que la sociedad española esté sometiéndose a una catarsis de la que saldrá una nueva más próspera, más justa, más solidaria. O podría ser que cuando todo pase un manto de olvido caiga sobre los ciudadanos y permita de nuevo a los políticos –pero no solo ellos, también financieros, jueces, policías, abogados o periodistas- volver a meter la mano tonta en las arcas públicas. De momento da la impresión de que los chorizos de cuello blanco puede que se tienten dos veces la ropa antes de corromper o corromperse, porque si de toda esta situación debe salir algo claro es mejorar las cautelas y las salvaguardias en nuestra legislación para que sea más difícil atropellar el erario público.
            En noviembre de 2009, el entonces fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido revelaba ante la comisión de Justicia del Congreso que en ese tiempo se estaban tramitando 730 causas penales por corrupción contra políticos de todos los partidos, aunque PSOE y PP acumulaban la mayoría de las causas con un total de 464. El fiscal general admitía que había de todo y en todos los partidos, pero advertía, para desterrar la desazón o una cierta sensación apocalíptica, que si se tenía en cuenta que en España había en torno a los 66.000 concejales y alcaldes más 17 asambleas legislativas autonómicas y otros tantos gobiernos autonómicos la corrupción no alcanzaba ni el uno por ciento de la llamada clase política.